Notimex.- El filósofo, sociólogo, musicólogo, crítico de arte y uno de los fundadores de la Escuela de Frankfurt, Theodor Adorno (1903-1969) sostenía que el pensamiento crítico se desvanece gracias a las expresiones culturales de la sociedad industrializada.
Creador junto con Max Horkheimer (1895- 1973) de la “Dialéctica de la Ilustración”, obra que ofrece una radiografía de la moderna sociedad de masas, Adorno, quien es evocado mañana que se cumplen 45 años de su muerte, fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XX.
Hijo de Oscar Alexander Wiesengrund, comerciante judío de vinos y de Maria Calvelli-Adorno, soprano lírica, Theodor Adorno nació en Frankfurt, Alemania el 11 de septiembre de 1903.
Según el sitio especializado “biografíasyvidas”, se graduó en filosofía en la Universidad de Frankfurt en 1924, y en 1931 se doctoró en la misma universidad con el trabajo “Kierkegaard. La construcción de lo estético”.
En 1934, tras el exilio forzado debido al régimen nazi, tuvo que esconderse primero en Oxford y posteriormente, en 1938, se trasladó a Nueva York, Estados Unidos, donde desarrolló una segunda etapa de la escuela crítica de Frankfurt.
En su estancia en ese país, Theodor Adorno trabajó con Max Horkheimer en la elaboración de la “Dialéctica de la Razón” (1947).
Al término de la Segunda Guerra Mundial y con el nazismo desterrado de Alemania, regresó a Frankfurt para asumir el cargo de director del Instituto de Investigación Social sucediendo a Max Horkheimer, publica el portal electrónico “buscabiografias”.
En 1956 obtuvo una cátedra de filosofía y sociología en la Universidad de Frankfurt, donde permaneció el resto de su vida académica. Ahí Jürgen Habermas (1929) fue su discípulo más aventajado.
Con influencias de Friedrich Hegel (1770- 1831), Karl Marx (1812-1883) y Sigmund Freud (1856-1939), Adorno elaboró en unión con Horkheimer el término “la cultura industrial”, la cual transforma obras de arte en objetos al servicio de la comodidad.
Durante sus últimos años de vida fue inspirador y crítico de los movimientos juveniles de protesta, que muchas veces encontraron motivación en su particular visión del marxismo y del rechazo a la razón como fin último.
Theodor Adorno falleció de una crisis cardiaca en Visp, Suiza, el 6 de agosto de 1969, cuando trabajaba en su obra “Teoría de la Estética”.
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