Notimex. El poeta, narrador, ensayista y crítico cubano Cintio Vitier es recordado, mañana que se cumplen cinco años de su muerte, como uno de los más destacados autores de su nación.
El también miembro del grupo Orígenes dedicó su vida a las letras, campo en el que sobresalió como figura crítica y erudita, especialmente la novela la cual renovó a través de sus obras.
De acuerdo con la biografía del escritor publicada en el portal de Internet “artepoetica.net”, nació en Cayo Hueso, La Florida, Estados Unidos, el 25 de septiembre de 1921.
Sus primeros estudios los cursó en el Colegio Froebel, fundado por su padre el educador y ensayista Medardo Vitier (1886-1960), en la ciudad de Matanzas.
Posteriormente, en 1935, se trasladó a La Habana, donde ingresó al Colegio La Luz y luego al Instituto de La Habana; en esos años además conoció al poeta Eliseo Diego (1920-1994).
Tres años más tarde, en 1938, el joven autor escribió su primer libro “Poemas”, el cual fue presentado por el vate Juan Ramón Jiménez (1881-1958).
En ese tiempo y en el ámbito personal, Cintio Vitier contrajo matrimonio con la poetisa e investigadora literaria Fina García Marruz (1923), además se integró al grupo de poetas que hizo la revista “Orígenes”, cuya publicación inició en 1944 y terminó en 1956.
A lo largo de su carrera desempeñó importantes cargos como el de profesor de Francés en la Escuela Normal para Maestros de La Habana y de Literatura Cubana e Hispanoamericana en la Universidad de Las Villas.
Asimismo, fue director de varias revistas literarias e investigador en la Biblioteca Nacional José Martí y recibió numerosos honores y premios, tales como el Premio Nacional de Literatura en 1988 y el “Juan Rulfo” en el 2002.
Como poeta, publicó “Vísperas” (1933-1953), “Testimonios” (1953-1968), y más tarde “Antología poética” (1981) y “Nupcias” (1993), así como “Poemas de mayo y junio” (1989) y “Dama pobreza” (1995).
De acuerdo con los datos del autor del sitio en Internet “biografiasyvidas.com”, también desarrolló una importante labor de historiador y crítico literario, la cual quedó plasmada en sus ensayos: “Ese sol del mundo moral” (1975), “Temas martianos” (1982), “Crítica cubana” (1988) y “Obras II. Lo cubano en la poesía” (1998).
Mientras que en el campo de la novela dejo como testigo de su talento narrativo “De Peña Pobre” (1980), en la que recorre cien años de la historia cubana desde 1895, y “Los papeles de Jacinto Finalé” (1984).
Los últimos años de la vida del destacado poeta, narrador, ensayista y crítico cubano Cintio Vitier los dedicó a desempeñarse como presidente honorario del Centro de Estudios Martianos, puesto que ocupó hasta su muerte ocurrida el 1 de octubre de 2009.
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