La independencia escocesa sería el fin del Reino Unido: Cameron

Notimex.- El primer ministro británico David Cameron advirtió hoy que si Escocia se independiza sería el fin del Reino Unido, un “divorcio doloroso” y el final de las cosas que comparten juntos.

“La independencia no será una separación temporal, será un divorcio doloroso. Significa que no vamos a compartir la misma moneda, nuestras Fuerzas Armadas, construidas durante siglo se dividirán para siempre”, sentenció el primer ministro.

En un último mensaje antes del referéndum del jueves próximo, el líder del Partido Conservador señaló que sería el fin del Reino Unido tal y como se conoce ahora.

“El jueves Escocia vota y el futuro de nuestro país está en riesgo. Esta es una decisión que podría separar a nuestra familia de naciones y no habría vuelta atrás”, refirió.

A sólo 72 horas del referendo donde los escoceses mayores de 16 años de edad responderán si quieren ser independientes recordó que el Reino Unido está conformado por cuatro naciones: Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. “Somos más fuertes juntos”, manifestó.

En un emotivo mensaje el gobernante británico suplicó a los escoceses “no separar a esta familia” de naciones.

“Si no les caigo bien, no estaré para siempre, si no les gusta este gobierno no se quedará para siempre, pero si te vas será para siempre”, señaló en un poderoso discurso en favor de la Unión.

En un último intento para convencer a los electores para que voten “no” en el referendo del jueves, Cameron prometió que habrá “cambios sustanciales” después de la consulta.

Entre otras cosas, se comprometió a regresar más poderes al parlamento para que puedan decidir sobre sus impuestos y una mayor autonomía sobre el sistema de salud.

“Si votas ‘no’ el cambio en Escocia será más rápido, más justo y mejor”, aseguró Cameron en la ciudad escocesa de Aberdeen, famosa por sus castillos y tradición marítima.

Según las últimas encuestas, la campaña del “No” lleva la delantera en las encuestas de opinión con 52 por ciento, con una ventaja de apenas cuatro puntos respecto a la campaña del “Sí”, con 48 por ciento de la intención del voto.