Las calles de Mérida son recorridas por miles de ‘almas’

Notimex. Miles de “almas” recorrieron hoy las calles del sur-poniente de esta ciudad, en una procesión para recordar la llegada anual de los pixanes de los difuntos mayas a sus hogares.

El incienso y el copal se fusionan en una misma humareda, mientras el sacerdote maya eleva su plegaria a sus dioses para iniciar el recorrido de 1.5 kilómetros.

Los niños vestidos con el riguroso traje blanco, seguidos por los adultos salen desde las entrañas del cementerio general hasta la Ermita de Santa Isabel, punto obligado en la historia peninsular como parte del Camino Real a Campeche.

En su caminar festejan el regreso al sitio que algún día fue su hogar y al que muchos casos habrán de llegar acompañados de aquellos que han sido olvidados.

Desde temprana hora, unos 280 grupos de vecinos, universidades, organizaciones no gubernamentales, consejos comunitarios e instancias de superación personal, levantaron a lo largo de esta temporal calzada de las ánimas, los altares en honor de sus muertos.

Ahí ofrecen los alimentos sagrados que dan la tierra como el maíz, cacao y yuca, así como pollo y puerco que dan vida al manjar de los dioses llamado mucbilpollo, elaborado con masa y achiote.

Una multitud de curiosos se remolina en torno a centenares de niños, jóvenes y adultos de entidades dancísticas y folclóricas del municipio de Mérida, quienes con vela en mano y rostro serio caminan rememorando a los pixanes.

En tanto, representantes mayas rinden culto a la destreza en un improvisado templo ceremonial al juego de pelota o pok ta pok y donde no habrá ni vencedores ni vencidos, sólo el honor de ser un guerrero maya.

Ante el asombro de numerosos extranjeros, la cosmovisión maya se mezcla con la tradición cristiana, que esta noche permitió el encendido de velas y luces entre las tumbas con ángeles que con una seña piden silencio mientras apuntan al cielo.