Restauran sudcalifornianos su entidad luego del paso de Odile

Written by Redacción. Posted in Baja California, Estados, Minuto a Minuto, Noticias Destacadas

Published on noviembre 22, 2014 with No Comments

ODILE_6Notimex.- Calificado por el Cicese como el huracán más intenso que ha tocado la península, Odile representó para los habitantes de Baja California Sur el gran reto de restauración de sus ciudades arrasadas por el meteoro.

De aquel paso del huracán, se recuerdan los daños en el aeropuerto, así como en vidrios y plafones de hoteles y de tiendas, pero ahora sigue la restauración y ya se ven comercios y tiendas de artesanías coloridas funcionando.

Poco más de dos meses después de aquel 14 de septiembre cuando Odile tocó tierra y arrasó lo que encontró en su paso por los municipios de Los Cabos y La Paz, principalmente, los habitantes de la media península unieron esfuerzos para sobreponerse a la pena.

Aunque las autoridades reportaron la muerte de cinco personas como consecuencia del fenómeno meteorológico, también hubo daños en la zona comercial y habitacional de Los Cabos y La Paz, así como de Loreto, Mulegé y Comondú, los otros tres municipios de la entidad.

Claro que los daños se extendieron hacia la parte norte de la península, principalmente en el poblado de Bahía de Los Angeles e Isla de Cedros, en Baja California, pero las mayores afectaciones fueron en la zona sur, en Los Cabos y La Paz.

Desde 1970 han entrado más de 30 ciclones tropicales por el sur de la península de Baja California y de acuerdo a esas estadísticas, 10 de ellos llegaron como huracanes, con un viento máximo de diferentes intensidades, dijo Luis Farfán Molina el 10 de octubre.

El experto del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), unidad La Paz, dijo que sólo Kiko había llegado con la categoría 3, en agosto de 1989 e impactó por la costa sur del Golfo de California, al norte de San José del Cabo.

El 14 de septiembre de 2014, Odile desplazó a Kiko para, de acuerdo a los investigadores del Cicese, ubicarse en las estadísticas como el huracán más intenso al tocar tierra en la Península de Baja California.

Para el Centro Nacional de Huracanes, en Estados Unidos, y el Servicio Meteorológico Nacional de México, lo que inició como depresión tropical 15-E el 10 de septiembre de 2014 se convirtió en la tormenta tropical Odile, el mismo día.

Odile alcanzó la categoría 4 como huracán a partir de la madrugada del domingo 15, aseveró Farfán Molina.

Como la intensidad de Kiko se había estimado en 185 kilómetros por hora, esto hizo que Odile (205 km/h) se convirtiera en el huracán más intenso, con la información meteorológica disponible, al momento de haber iniciado su entrada a tierra, aseguró.

El investigador del Cicese asentó que mientras se encontraba sobre el océano, el huracán Odile se mantuvo en la categoría 4 por unas nueve horas, pero se le asignó la categoría 3 más tarde.

Así inició su entrada a tierra al anochecer del 14 de septiembre mientras las estimaciones de intensidad indicaban vientos de hasta 205 kilómetros por hora.

Aunque ha habido huracanes más intensos en tierra desde la cuenca del Océano Pacífico oriental, solamente uno lo ha hecho con categoría 4: Kenna, que entró por el estado de Nayarit en octubre de 2002, indicó Farfán Molina.

Los días siguientes al 14 de septiembre fueron de angustia para residentes y turistas asentados en Los Cabos y La Paz, pues lo que se veía en torno no era nada halagador, con edificios en ruinas y un comportamiento que muchos lamentaron: apareció la rapiña.

El 19 de septiembre, a propósito de este comportamiento inusual, el investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Isaac Tomás Guevara señaló que lo que ocurría en Los Cabos y La Paz era un “pánico colectivo”.

El fenómeno psicológico que ocurre en Los Cabos y La Paz, Baja California Sur, con actos de rapiña en supermercados, tiendas comerciales y hogares por los afectados, tras el paso del huracán Odile es un pánico colectivo, dijo.

Cuatro días después de la llegada de Odile y todavía con sus efectos, Guevara reveló que son pocas las oportunidades que tienen los psicólogos sociales para observar tan claramente un fenómeno de multitudes como el que se estaba viviendo en Baja California Sur.

Con base en imágenes que circularon en las redes sociales y medios de comunicación, dijo el investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa, se observa que no importa el estatus social de la gente, sexo, escolaridad y edad para convertirse en saqueador.

“Uno puede advertir que la condición social de las personas que están saqueando, en muchos casos no es gente humilde, sino es gente pudiente que va con buenas prendas”, observó, luego de que un reconocido artista fue visto en un video en redes sociales.

El especialista en Psicología social señaló ese 19 de septiembre que las multitudes de masas se forman por contagio, a tal grado que basta con que comiencen unos cuantos a hacer desmanes, para que los demás se vayan sumando a estos actos delictivos.

“Ante este fenómeno de multitudes se pierde la racionalidad individual y entonces se comienza a tener comportamientos que no se harían en otras condiciones”, expuso.

Isaac Tomás Guevara explicó que la causa probable que originó estos saqueos pudiera ser la iniciativa que dieron las autoridades para que las personas en cinco minutos agarraran alimentos gratis en los supermercados.

“Cuando uno ve que los productos que se están robando nos son precisamente víveres, sino computadoras, televisiones, cerveza y botanas, no estamos ante un hecho común en alguien que necesita sobrevivir”, apuntó.

A la par de estos acontecimientos y con los comercios devastados y poca esperanza de una recuperación a corto plazo, los turistas que se encontraban en Los Cabos y La Paz empezaron a ser evacuados a otras ciudades, en esta labor cooperó el Ejército Mexicano.

La embajada de Estados Unidos apremió a sus conciudadanos que vacacionaban o radicaban en aquellas ciudades, que utilizaran los medios posibles para salir y en coordinación con las autoridades mexicanas, hicieron posible el éxodo de unas 18 mil personas.

El 18 de septiembre, el titular de la Secretaría de Turismo de Baja California Sur, Rubén Reachi Lugo, señaló que hasta ese día se habían evacuado a unos 10 mil turistas, y que en las siguientes horas se estimaba evacuar a otros ocho mil.

Ese día, el funcionario estatal expuso que en un trabajo conjunto entre la federación y el estado, se logró enviar a aeropuertos de enlace a más de 3 mil 500 turistas el primer día y 6 mil usuarios en el segundo día.

Para la tarde de ese 18 de septiembre, se estimaba enviar ocho mil pasajeros más entre La Paz y Los Cabos para llegar al 90 por ciento del turismo existente, al momento del fenómeno meteorológico.

“Estamos haciendo un trabajo conjunto en el que los turistas que se encuentran en los hoteles albergues, poco a poco regresen vía puentes aéreos en Guadalajara, Ciudad de México y Tijuana puedan regresar a sus ciudades de origen”, dijo en esa ocasión Reachi Lugo.

Indicó que a esos turistas se les otorgaron las facilidades de transportación aérea gratuita para hacer un puente aéreo.

Reachi Lugo mencionó que ante estas afectaciones en la infraestructura hotelera, los turistas fueron saliendo de manera ordenada hotel por hotel, otorgándoles agua y comida durante la espera de la salida.

Luego de la evacuación de los turistas y de amainar los efectos de Odile, se empezó a trabajar en la recuperación de la infraestructura urbana y turística y se estimó que esa labor requeriría de un mínimo de cuatro meses.

A poco más de dos meses de distancia y con el apoyo de autoridades federales, estatales y municipales, así como la solidaridad de otras entidades de México, la recuperación y restauración de Los Cabos y La Paz, han sido posibles.

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