La reforma política del DF prácticamente ha ‘muerto’, lamenta Zárate

MVS. El último intento de avanzar en la reforma política del Distrito Federal y que no prosperó en el Congreso de la Unión, por diferendos de última hora entre el

Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), significa que ese tema prácticamente “ha muerto”, lamentó el diputado federal del Sol Azteca, Fernando Zárate.

“Absolutamente, yo creo que está totalmente muerta, no veo ni una sola posibilidad ni condiciones para discutir un cambio de naturaleza jurídica en el Distrito Federal. Ni una adecuación de más atribuciones a las delegaciones ni un peso y contrapeso en el Jefe de Gobierno y los jefes delegacionales”, planteó.

“Más allá de eso, en realidad la reforma política no estaba completa, no estaba en carácter de integral y sobre todo no le funcionaba a los ciudadanos. Ninguno de los partidos presentó una propuesta para reformar el gobierno con los ciudadanos. Todas las propuestas eran para modificar la estructura y la dinámica entre autoridades, no se puede pensar que una reforma para las autoridades tenga como consecuencia un beneficio para los ciudadanos”, abundó.

En una actitud autocrítica, el legislador integrante de la Comisión de Justicia en San Lázaro, añadió que la reforma política del DF no salió este 2014 y difícilmente figurará en 2015, debido en parte a la incapacidad del PRD en el Senado para negociar y generar el consenso necesario.

“A mí me parece que quienes estuvieron encargados de la negociación, simplemente no tuvieron la capacidad de situar por delante la agenda política del PRD, simplemente su falta de pericia, falta de audacia y/o en algunos casos soberbia excesiva y arrogancia”, recalcó.

“Me parece muy complejo, negativamente hablando que al Jefe de Gobierno no se le haya podido aprobar la reforma política del DF, pero mucho menos el tema del salario mínimo y las dos son fundamentales para acreditar políticamente las propuestas de la izquierda”, agregó.

Si los negociadores del Sol Azteca no fueron capaces de llevar las negociaciones a buen puerto ni mostraron la habilidad necesaria, algo “está mal” en el partido y los órganos de gobierno del mismo deberían tomar una postura seria y drástica ante los hechos, demandó.

Lo que le faltó a la propuesta de reforma política del DF, añadió el diputado integrante de la Comisión de Puntos Constitucionales de San Lázaro, fue integrar al ciudadano y poner por delante sus intereses.

Con o sin reforma, dijo, en la Ciudad de México hace falta dar presencia mayor presencia a los ciudadanos en las decisiones de gobierno y actuar para ellos.

Zárate Salgado recalcó que por el fracaso de la reforma política del DF sería muy fácil criticar al PAN y al PRI, pero el PRD debe juzgarse a sí mismo y asumir su responsabilidad.

El perredismo será verdaderamente sólido y podrá reclamar por sus omisiones a los otros partidos, cuando asuma sus propios errores y sea capaz de corregir, apuntó.

Al analizar la situación, añadió que otro elemento de debilidad en el PRD radica en que el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera no ha conformado ningún tipo de equipo con los legisladores federales ni en San Lázaro ni en el Senado y ello ha impedido que sus iniciativas avancen.

“No tiene equipo en las cámaras, no se coordina con nadie, no tiene reuniones de manera concreta para ver quiénes son sus canales de negociación, quiénes son sus alternativas, eso quiere decir  que ni estrategia tiene y eso si me parece grave”, sentenció.

Respecto al papel de los congresistas, calificó como inexplicable que pese a ocupar la presidencia del Senado y de la Cámara, el PRD no haya podido posicionar debidamente sus dos principales temas de batalla en el último periodo ordinario: el salario mínimo y la reforma política del DF.

Ello ocurrió, consideró el diputado Fernando Zárate, por factores como arrogancia excesiva e incapacidad de amarrar acuerdos, tanto a nivel político en los partidos como en las comisiones del Congreso.

El error de no conformar equipos de trabajo con legisladores de otras corrientes internas perredistas, no acercarse a los integrantes de comisiones en las dos cámaras y no establecer coordinación con el GDF, dio como resultado que la reforma referida esté “totalmente muerta”, sentenció.