Alerta diputada por aumento en suicidio juvenil; pide brindar ayuda a jóvenes

MVS. El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, presentó una propuesta de reforma a los artículos 7, 8 y 65 de la Ley General de Educación, con el fin de prevenir y en su caso evitar, que jóvenes en edad escolar opten por el suicidio.

La diputada María de Jesús Huerta, demandó que en el sistema educativo se incluyan medidas específicas para preservar la salud física y mental del estudiante.

Por otro lado, añadió que para enfrentar el fenómeno de los llamados “ninis” o jóvenes, niños y adolescentes que no estudian ni trabajan, se deben abrir oportunidades en dichos ámbitos.

La propuesta, apuntó, prevé que los padres de familia en colaboración con autoridades en materia de seguridad, salud, trabajo y educación, tengan facultades y capacidad de identificar a menores de edad que presenten conductas suicidas, estén en riesgo de abandonar la escuela o tengan actitudes antisociales.

Lo anterior, para brindarles apoyo inmediato sicológico y siquiátrico, así como opciones de trabajo e integración social.

La legisladora integrante de la Comisión de Salud en San Lázaro, señaló que los índices de suicidio entre los adolescentes en México son preocupantes y a ello se suma el aumento en el fenómeno “nini”.

Huerta Rea expuso que los puntos de la República con mayor número de suicidios juveniles son el Distrito Federal, Tabasco, Yucatán y Guanajuato, con un promedio de 11 casos por cada 100 mil jóvenes; mientras que estados como Baja California Sur, Nuevo León y Tamaulipas, tienen una tasa de 1.6 a 3.1 suicidios por cada 100 mil adolescentes de 15 a 19 años.

Indicó que de acuerdo a las autoridades en materia de salud, el método de suicidio más común es el ahorcamiento o sofocación, con niveles de entre 85 por ciento entre varones y 76 por ciento entre mujeres.

A esa práctica le siguen el disparo con arma de fuego en el caso de los jóvenes; en tanto que las mujeres optan por el envenenamiento y en la mayoría de los casos en general, el hogar es el principal lugar conde se lleva a cabo el suicidio.

Ante los hechos, agregó, es preciso que los padres o tutores de los jóvenes actúen en colaboración directa con las autoridades educativas, para identificar a los niños y  adolescentes que presenten signos de alerta como conductas de riesgo, antisociales y comportamiento suicida. Ello, para brindarles ayuda inmediata y evitar que lleguen a cumplir ese propósito.

En el caso de los menores que no tienen estudio ni trabajo, identificados como “ninis”, subrayó la importancia de abrir espacios en esos ámbitos, así como actividades deportivas, culturales e integración social, que los alejen de las que a la postre, podrían ser tendencias suicidas.

Refirió que según análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el desempleo, la falta de atención en salud mental, la depresión, así como problemas económicos, sociales, en la escuela y familiares, propician un ánimo de desencanto entre los jóvenes y pensamientos suicidas.

Tales condiciones también provocan desigualdad social, pobreza, más violencia, inseguridad, depresión y mayor vulnerabilidad en ese grupo poblacional.

Insistió en que ante ese panorama, los padres o tutores de los menores, deben estar alertas y tener la capacidad de actuar de inmediato para otorgar la atención médica, sicológica o siquiátrica lo antes posible.

Esos esfuerzos deben complementarse con políticas sociales y educativas que impidan el abandono escolar y brinden trabajo a la juventud mexicana.