Denuncia senadora del PRD riesgos y corrupción en termoeléctricas de Morelos

MVS. La bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República, advirtió que la construcción de dos plantas termoeléctricas en la zona de Huexca, en el estado Morelos, afectará a miles de ejidatarios y familias que debido a los proyectos, se quedarán sin agua para tareas de riego y consumo doméstico.

La senadora por Michoacán, Iris Vianey Mendoza, afirmó que en dichos planes hay corrupción y acusó al gobierno de su compañero de partido, Graco Ramírez, de poner los intereses de inversionistas extranjeros, por encima de los de campesinos morelenses.

“Lamentamos profundamente que un gobierno emanado del PRD, encabezado por Graco Ramírez Abreu, ponga por delante los intereses de las trasnacionales corruptas antes que los intereses vitales de los campesinos”, enfatizó.

Mendoza Mendoza dijo que las obras señaladas afectarán a más de 6 mil 200 campesinos de 26 ejidos que utilizan el agua del caudal del río Cuautla, para subsistir; aunado a que cerca de 10 mil 500 hectáreas de cultivos se quedarán sin el recurso, pues la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene previsto utilizar 50 millones de litros de agua por segundo para operar los proyectos.

“Se construirá ese gasoducto de 150 kilómetros y 30 pulgadas de diámetro que irá desde los ductos de PEMEX en Tlaxcala hasta el lugar de las centrales de generación eléctrica, así como una línea eléctrica de 20 kilómetros a la subestación de Yautepec y, finalmente, un acueducto de 10 kilómetros de longitud  desde Cuautla”, agregó.

Aseveró que los habitantes de las comunidades donde se construirán las obras no fueron notificados sobre los pormenores ni riesgos de las mismas.

Reiteró que las españolas a las que se otorgaron los contratos, identificadas como Avengo y Elecnor, tienen denuncias en su país de origen, por casos de soborno y corrupción.

Expuso que de acuerdo a especialistas, académicos y productores de la región, las plantas en cuestión tendrán un serio impacto ambiental, pues emitirán gases contaminantes, provocarán lluvia ácida, generarán riesgos por la operación del gasoducto, dejarán a los ejidos y a la población sin agua, y en suma, implicarán una serie de violaciones a los derechos de los propietarios de la tierra.