Desalojan varios medios en Madrid por recibir paquetes sospechosos y amenazas de bomba

MVS. Varios medios de comunicación fueron desalojados hoy en Madrid, tras recibir en sus sedes paquetes sospechosos y amenazas de bomba telefónicas.

Aunque se trató de una falsa alarma, causó conmoción entre los trabajadores de los medios, al suceder pocas horas después del atentado en París contra la revista ‘Charlie Hebdo’.

Sobre las dos de la tarde hora local, siete de la mañana hora del centro de México, un sujeto pretendía entregar un paquete en la sede del periódico El País, ubicado en la calle Miguel Yuste localizada en el noreste de Madrid.

Pese a que se le indicó que el correo se recibía por la puerta trasera, dejó el paquete en la puerta principal y se marchó en un taxi. La seguridad del diario pasó el paquete por el escáner y dio aviso a la policía, que procedió al desalojo del edificio ante el temor de que el paquete contuviera algún explosivo.

De acuerdo con el rotativo, se trataba de “una caja de un tamaño más pequeño que una caja de zapatos. La policía comprobó después que contenía una botella conectada de forma rudimentaria por un cable a un spray y que no suponía ningún peligro”. A las 4 de la tarde la normalidad regresó al periódico El País.

Una situación similar se vivió en las sedes de otros tres medios: el periódico de Internet Libertad Digital y la emisora Es Radio, el periódico El Economista y el gratuito 20 Minutos, donde además de haberse entregado paquetes sospechosos, se recibieron llamadas telefónicas que alertaron de una bomba en el edificio. La Policía también procedió al desalojo de los inmuebles y mantuvo un cordón de seguridad durante al menos un par de horas, hasta comprobar que también se trataba de falsas alarmas.

La policía cree que una misma persona se encuentra detrás de estas acciones, porque hay muchas similitudes entre las llamadas de amenaza y los paquetes sospechosos.

El viernes de la semana pasada fue suspendido el servicio de trenes en la estación de Atocha de Madrid, misma que fue desalojada cuando un hombre de origen magrebí amenazó con suicidarse con unos supuestos explosivos que llevaba.

La policía aplicó el protocolo antiterrorista y comprobó que el hombre no portaba consigo explosivo alguno. El Ministerio del Interior informó que se trataba de una persona llamada bajo tratamiento psiquiátrico y que no estaba fichada como radical islamista.