Notimex. Testigo de la descolonización de los años 50 y 60, apasionado por el budismo y la ecología, así como viajero incansable que recorrió el mundo siempre atento a los instantes que deseaba capturar, el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson (1908-2004) “es el ojo del siglo XX”.
Así lo aseguró esta noche Clément Cheroux, curador de la exposición “Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX”, que esta noche se inauguró en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
En entrevista, el curador recordó al fotógrafo francés como un personaje complejo, cuyas imágenes van de la estética surrealista al fotorreportaje, pasando por un estilo intimista que congeló el tiempo a lo largo de siete décadas.
A 10 años de su muerte, Cartier-Bresson regresa al Palacio de las Bellas Artes tras 80 años de haber expuesto por primera vez, en 1935, cuando su obra se exhibió junto a la del llamado “poeta de la luz”, Manuel Álvarez Bravo (1902-2002).
En esta ocasión, se presenta una retrospectiva de quien fue considerado por sus pares como “el padre del fotoperiodismo”, que muestra la riqueza de su obra y diversidad de su trayectoria como fotógrafo.
“Esta exposición propone una nueva mirada sobre la obra de Cartier. Hasta ahora la mayoría de las retrospectivas de su obra intentaban mostrar la unicidad de su obra, como si el artista fuera el mismo desde 1930 a 2004, pero en esta muestra mostramos que no hay un solo Cartier, sino varios”, dijo Cheroux.
La exhibición, con la que concluye el programa entre México y Francia “Mano a mano”, está integrada por imágenes, videos, cuadros y dibujos, los cuales conforman los tres núcleos que reflexionan sobre la relación de Bresson con el surrealismo; su visión política; y por último su periodo dentro de la agencia Magnum.
“Primero tenemos a un Cartier surrealista en los comienzos de los años 30, luego un Cartier comprometido con los comunistas en la segunda mitad de los años 30 y al final, un gran fotorreportero que capturó el mundo”.
El curador explicó que son tres Cartier diferentes, que cambian de estilo, de la manera de fotografiar, ese es el reto de esta exposición, decir que no podemos reducir a Cartier a un solo estilo, sino que en Cartier es una personalidad, un fotógrafo complejo y muy rico.
“No se trata de decir cuál de los tres es el mejor, cada uno es interesante; el primero, el surrealista, es el Cartier más interesante desde el punto de vista estético; el segundo, el comunista es el más interesante desde el punto de vista político y el tercera, el reportero es interesante por la calidad documental de sus fotografías”, abundó.
Para Cheroux, Cartier es un personaje complejo porque fue un joven testigo de una revolución intelectual como el surrealismo de los años 20 en París, después fue el testigo de la guerra de España en los años 30, también fue testigo del Frente Popular y más tarde vivió la Segunda Guerra Mundial.
El padre del fotoperiodismo, como fue reconocido en vida, fue el fotógrafo de personajes de la historia como Pablo Picasso, Henri Matisse, Marie Curie, Albert Camus, Jean-Paul Sartre, Truman Capote, Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara.
La exposición es realizada por el Centre Pompidou de París, en colaboración con la Fundación Mapfre y de la Fondation Cartier-Bresson.
Las obras proceden de más de veinte colecciones internacionales, entre las que destacan la Fondation Cartier-Bresson de París, el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, la Cinémathèque Française, The Art Institute of Chicago, el Museo Metropolitano de Arte y el Museo de Arte Moderno ambos de Nueva York y el Museo de Arte de Filadelfia.
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