Por: Omar Sánchez Chávez
Huejotzingo. Al llegar a esta ciudad milenaria, el sonido de música de banda y los tronidos de los mosquetones que son detonados, invaden de júbilo y algarabía a los visitantes como a los propios danzantes, que en este último día de Carnaval son miles los que desfilan y hacen suya la gran plaza de Huejotzingo.
Por donde se lance la mirada, se observan a disfrazados quienes portan los coloridos trajes oficiales del Carnaval Histórico de Huejotzingo, el cual es único en todo el país, al ser una representación de la Batalla del 5 de Mayo, de ahí, el uso del rifles o mosquetones que son cargados con pólvora.
En este ritual a la carne y a la historia mexicana, se realiza el Primer Casamiento Indígena, además del robo de la hija del corregidor de Huejotzingo a manos del bandido Agustín Lorenzo.
Además es común que salgan los famosos “negritos”, personajes que simulan a las tribus africanas, de ahí, que los participantes se pinten de negro, usen taparrabos, pelucas con chinos, huesos y lanzas.
Otro escuadrón, es el Señorío Huejotzinca el cual simula a los antiguos pobladores de este municipio antes de la llegada de los españoles.
En voz del presidente municipal, Carlos Alberto Morales Álvarez dijo que en esta tradición están inmiscuidas más de 40 mil personas que hacen revivir cada año una tradición que es herencia de sus padres, abuelos y bisabuelos.
“Es una tradición que se encuentra en la genética de los Huejotzingas, es parte de nuestra vida y es parte de nuestra sangre”, concluyó el munícipe.
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