Se incorpora Universidad de Texas a sistema de investigación en Yucatán

Notimex. La incorporación de la Universidad de Texas A&M al Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico de Yucatán (Siidetey), abre grandes posibilidades para consolidar proyectos científicos de alto nivel.

El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Jaime Urrutia Fucugauchi, calificó el hecho como una oportunidad única y de alto valor para el desarrollo científico, no sólo de Yucatán, sino de todo el país.

“Este acuerdo abre una ventana para el estudio del sistema solar y conocer de cerca más del descubrimiento reciente de los llamados exoplanetas”, subrayó durante su participación en la firma del acuerdo que incorpora a la universidad texana al Siditey.

Es una oportunidad para conocer mejor los procesos que han formado las superficies planetarias, además de que el proyecto tiene otros puntos de interés en otras muchas otras líneas de investigación, señaló.

“Constituye pues una gran una posibilidad de ampliar la colaboración y el trabajo que ha ido construyendo el Siidetey con otras instituciones académicas del país, y por ello se trata de un paso muy valioso para el desarrollo científico de la región”, expuso.

Ante las autoridades estatales, académicas y representantes de la Universidad de Texas, Urrutia Fucugauchi impartió una plática sobre el cráter de Chicxukub, que se supone se formó hace unos 65 millones de años tras el impacto de un gran asteroide en la Península de Yucatán.

El presidente de la Asociación Mexicana de Ciencias subrayó que el impacto de ese asteroide es el de mayor magnitud de los últimos mil 500 millones de años, incluyendo el paleozoico.

Afectó los soportes de vida del planeta, como resultado tenemos la extinción del 75 por ciento de las especies marinas y terrestres, tres de cada cuatro, entre ellos los dinosaurios, fue sin duda un evento crítico en la vida del planeta, precisó.

Indicó que los dinosaurios habían dominado los ecosistemas por alrededor de 165 millones de años, es el período más largo del cenozoico, por encima de los mamíferos.

Añadió que se habían ido adaptando a una serie de cambios mayores, movimiento de continentes, cambios climáticos y los mamíferos coexistieron pero de manera restringida, y la desaparición de los dinosaurios es lo que abre a la diversificación de los mamíferos.

De igual modo, presentó un mapa de aquella época, no había lo que hoy se conoce como el Océano Atlántico, y el Golfo de México estaba terminando de abrirse.

“Ésto nos permite entender los efectos en la evolución de los continentes, por lo que además de ser una ventana al cosmos, en aquella época Yucatán estaba mucho más cerca de Texas”, comentó.

“En la tierra hay muy pocos cráteres preservados, hay unos 170 a 180, se ha perdido la mayor parte de la historia, si no fuera por la superficie nos veríamos como la Luna o peor y el cráter de Chicxulub, es el más joven, 65 millones de años muy bien preservado gracias a las características únicas de la Península”.

El cráter tiene unos 200 kilómetros de diámetro, un agujero de 25 a 30 kilómetros, y se formó en unos cuantos segundos después del impacto del asteroide con la tierra, choque que además formó un tsunami, con olas de más de 300 metros de alto que lograron penetrar cientos de kilómetros tierra adentro, precisó.

Tras la plática se realizó el acto protocolario de la firma, el cual estuvo encabezado por el gobernador Rolando Zapata Bello, así como los representantes de la Universidad de Texas A&M y del consulado de Estados Unidos en esta ciudad.