El nuevo etiquetado de la “chatarra” es poco claro, sólo 1.8% de la población lo entiende: ONG

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Nacional, Noticias Destacadas

Published on abril 09, 2015 with No Comments

caja de cerealSinEmbargo. El próximo 1 de julio, los alimentos chatarra y bebidas azucaradas modificarán la información nutrimental de sus empaques. El pasado 9 de marzo, Mikel Andoni Arriola Peñalosa, titular de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), expresó en entrevista para SinEmbargo que el organismo federal tenía muy claro la forma en cómo quería la información.

El funcionario destacó entonces que la importancia del etiquetado es que era parte de la solución del problema: “Los consumidores enfrentan en muchos mercados problemas de información asimétrica, donde ellos saben menos que el que produce el producto y para eso está el Estado, para resolver esos problemas del mercado, para obligar al productor a ser claro respecto a los ingredientes y a manifestarlo así”.

El nuevo etiquetado aprobado por la Cofepris modifica las cantidades; ahora ya no estarán en gramos, sino en calorías. Pero, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Obesidad, sólo 12 por ciento de los consumidores mexicanos sabe cuál es la cantidad de calorías diarias recomendadas para un adulto en un día y en cambio, 29 por ciento dijo que no sabía y el resto planteó una cantidad equivocada. Además, sólo 6 por ciento atinó a decir la cantidad correspondiente a menores de entre 10 y 12 años de edad, 30 por ciento declaró no saber y el resto dijo cantidades incorrectas.

Para un adulto, la recomendación diaria equivale a 2 mil calorías y para menores va de mil 900 y 2 mil 220 calorías.

La encuesta, presentada por la organización civil El Poder del Consumidor, plantea que el etiquetado de Cofepris no es simple y resulta poco entendible, ya que de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública a estudiantes de nutrición, se evidenció la dificultad que tuvieron para comprender el etiquetado GDA (Guía Diaria de Alimentación), ya que sólo el 1.8 por ciento interpretó correctamente la información y se concluyó que ésta puede resultar engañosa.

Con base en ese estudio, la organización expone que para el grueso de la sociedad será más difícil entenderlo, además de que no es realista pensar que la población llevará un registro del número de calorías.

Diferentes organizaciones en defensa de los derechos alimentarios han señalado en reiteradas ocasione que en las autoridades sanitarias existe un conflicto de interés con las industrias, muchas de éstas con presencia internacional, que incluso han interpuesto demandas que buscan frenar las políticas de etiquetado.

La Cofepris ha argumentado, en diferentes ocasiones, que el etiquetado implementado es un sistema con soporte científico. Sin embargo, con información obtenida a través de una solicitud de información, se sabe que el modelo de etiquetado fue hecho por dos abogados de la Comisión y una maestra en Ciencias Ambientales.

En este etiquetado GDA se especifica que los azúcares permitidos ascienden a los 90 gramos, lo que se contrapone a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que propone 50 gramos. Fiorella Espinosa, Coordinadora de Salud Alimentaria de la organización, comentó durante la presentación del informe, que incluso en fechas más recientes se ha mencionado que la nueva cantidad podría ser de 25 gramos.

Los lineamientos sobre la información que deberán tomar en cuenta los productores de alimentos y bebidas alcohólicas pre envasadas, de acuerdo con lo publicado desde el 15 de abril de 2014 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), plantean que la información debe ocupar un mínimo de 0.5 por ciento del empaque.

En el mismo documento se señala la fórmula para obtener la cantidad de calorías; esto es por una multiplicación del valor en gramos por el valor calórico indicado por cada uno de los nutrimentos, sin embargo, la información que viene contenida en las etiquetas no obedece a la del todo el producto, sino por porciones, por lo que al final se debería hacer una última suma por la cantidad total de porciones que contengan los productos.

Este es el sistema elegido por Cofepris. En el DOF se publicó el acuerdo final por el que se modifican los nuevos lineamientos y que entran en vigor el 1 de julio de 2015. Ahora, la información ya no estará los gramos, sino en calorías, lo que de acuerdo con la asociación resulta menos entendible.

Además, consideraron que el hecho de que las calorías sustituyan a los gramos, no es representativo de la calidad de los productos.

“El problema es que la gente no entiende el etiquetado. No se hizo un estudio, no hubo un grupo de trabajo que lo realizara, tampoco se tomaron en cuenta las recomendaciones de la OMS. Se ha demostrado que este etiquetado no solo no informa, sino que es un riesgo para la salud. En México se toma el etiquetado diseñado por la industria”, precisó Alejandro Clavillo Unna, director de El Poder del Consumidor.

LA GENTE DICE QUE ENTIENDE, PERO NO SABE EXPLICARLO

Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Obesidad, sondeo realizado con mil 500 entrevistas a una población mayor de 18 años, arrojaron que el 87 por ciento considera que es importante que los alimentos etiquetados tengan información nutrimental, 30 por ciento más que en 2013.

Sobre la comprensión, 61 por ciento dijo entender la información que viene en el etiquetado hecho por Cofepris, de los cuales el 36 por ciento se dijo algo o muy desconfiado de la información nutrimental, 9 por ciento más en comparación con el año anterior.

CASO OMISO A RECOMENDACIONES INTERNACIONALES

Un grupo de académicos y especialistas firmó una carta dirigida al Presidente Enrique Peña Nieto, en la que se dicen preocupados por la opción del etiquetado frontal obligatorio que el gobierno implementará.

“Nos sorprende esta propuesta, inapropiada para un etiquetado frontal, que suma los azúcares añadidos (añadidos por la industria y/o en los restaurantes y los hogares) con los azúcares naturales (presentes en forma natural en frutas, verduras y lácteos) ocultando información a los consumidores sobre los azúcares añadidos que son los más dañinos a la salud”

“Señor Presidente, consideramos que este nuevo etiquetado frontal aumento el riesgo de obesidad y diabetes y puede hasta anular los propios beneficios del impuesto a las bebidas azucaradas. El etiquetado debe alertar del riesgo de consumir azúcares añadidos y no promover su consumo”, se puede leer en la carta firmada por instituciones como Universidad de Sao Paulo, la Universidad de Nebraska, la Universidad de San Francisco, la Universidad de Londres, la Universidad de Sidney y la Escuela de Salud Pública de Harvard.

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