La Jornada. El pueblo de México tiene una nueva propiedad: la imagen de Memín Pinguín (o Pingüín, como le dicen muchos), el personaje de historieta que se popularizó desde los sesentas en México
Sixto Valencia, dibujante de Memín Pinguín desde 1963, dejó como última voluntad que el pueblo de México sea dueño de la imagen del personaje. En un comunicado en posesión de La Jornada, que será presentado la noche de este martes en el programa de radio por internet Los Forasteros, el ilustrador señaló días antes de su deceso, el pasado 23 de abril:
“Es mi gusto y voluntad dejarles un legado, ya que Memín Pinguín ha sido del agrado y reconocido por varias generaciones en nuestro país, así pues, es mi interés que se siga difundiendo el personaje como un símbolo de identidad con nuestros valores, mexicanidad y folclore urbano, por lo que yo Sixto Valencia Burgos, les dejo como herencia a este negrito que brotó de mis lápices y que pude darle una vida e identidad propia.
“¡Gócenlo, úsenlo, utilícenlo como bien les venga en gana!, que por mi parte no puedo darles ya más, pero si creen que mi familia merece una retribución económica por lo que ustedes realicen, se los agradeceré eternamente, no se olviden de mi familia, y como último favor difundan lo que injustamente me hicieron a mí, para que ningún abogado, ni ninguna gente sin escrúpulos vuelva a abusar de los artistas y creativos, asesórense y nunca dejen de hacer lo que más les gusta, a pesar del resentimiento de la gente!”
En estas últimas frases, Valencia hizo referencia a la lucha en tribunales que entabló contra Manelick de la Parra, hijo de Yolanda Vargas Dulché, a quien se atribuye la creación literaria de Memín, y que derivó en un acuerdo que De la Parra jamás cumplió, de entregar 930 mil pesos en tres exhibiciones, a modo de pago por regalías por el personaje, y por la cesión de sus derechos, si bien con reconocimiento de su “paternidad autoral” sobre Memín.
En el documento, Valencia dijo haber sido engañado por De la Parra, así como por los abogados Mauricio Jaliffe, José Luis Caballero e incluso por su propio defensor, a “quien yo creí un amigo”, Adolfo Loredo Hill.
De igual manera señaló: “Nunca me entregaron pago alguno adicional y prácticamente se puede decir que no se me pagó económicamente con justicia, pero quiero compartirles que siempre fui muy feliz porque hice toda la vida lo que quise, que fue crear, dibujar y compartir con ustedes un poco de mi vocación, el dinero que nunca trabajó, ni tampoco se mereció espero lo disfrute Manelick para que se contente un poco de la falta de talento y honradez que no le heredó a su madre, quien siempre fue mi amiga y un excelente ser humano a quien siempre llevé en mi corazón por ser compañera en esta aventura”.
Al momento de su muerte, Valencia era tenedor de la imagen gráfica de los personajes de historieta Memín Pinguín y la Ma’ Linda, tal como lo avalan los títulos de registros marcarios números 1330306 y 1330308 (marcas innominadas), expedidos por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
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