Arte musical de la India resonó en el Palacio de Bellas Artes

Notimex. Una ofrenda al universo con música de concierto de la India y violonchelo barroco fue el espectáculo que la víspera pulsó imponente en el Palacio de Bellas Artes. El sitar de Hollving Argáez, el violonchelo barroco de Rocío Orozco y las percusiones de Radheshyam Sharma, presentaron la sesión sonora.

“A través del sitar puedes conectarte con el universo, con la naturaleza o con Dios, según sean tus creencias”, señaló Argáez, quien ha estudiado ese instrumento desde hace más de 15 años gracias a una beca que le otorgó el gobierno de la India. Su maestro es Pandit Shubhendra Rao.

El sitar es un antiguo instrumento musical inscrito en la familia de las cuerdas, con cierta semejanza al laúd, aunque presenta un mástil notoriamente más largo, mientras su caja es más chica y de forma ovalada o triangular.

Para su uso, se rasguea con una púa, y puede tener hasta siete cuerdas. Se trata de un instrumento de la India y otros países de Oriente.

El concierto de anoche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes tuvo lugar en el marco del ciclo “Músicas del mundo” de la Coordinación Nacional de Música y Opera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Hasta el lugar llegaron lo mismo amantes de la música de la India que musicólogos, maestros de música y estudiantes de ese arte.

La triada perfecta fue guiada durante la velada por el maestro Argáez, único mexicano dedicado a la música de concierto de la India que se ha presentado en este país para ofrecer un programa que resultó una ofrenda de conexión con el universo, la naturaleza o con Dios, como cada quien ente el público le quiso llamar.

En estos tres lustros, el mexicano Hollving Argáez se ha convertido en el único músico, al parecer en toda la República, que toca el sitar.

En la India lo mismo se ha presentado en salas de conciertos que en la televisión y la radio. Es tal su buena técnica, que muchas veces no creen que sea de México, pues el sitar es un instrumento tradicional de la India.

La música de la India es uno de los sistemas musicales más complejos y completos que jamás se hayan desarrollado. Su naturaleza monofónica, basada en la melodía, es tocada sobre un tono en particular. Para los verdaderos amantes de la música esto es insustancial, porque, al cabo, lo que interesa es el sentimiento, lo que no se enseña en ninguna escuela.

El estilo de Hollving es tan depurado y peculiar que hizo su debut en 2006 en el auditorio más importante de Nueva Delhi. A partir de ahí entró al mundo al que quería pertenecer desde sus primeros cursos de meditación. Hoy domina los secretos del sitar y sabe muy bien que hay que tocarlo con el corazón hasta hacer vibrar a quienes lo oyen y escuchan.

A veces le parece increíble haberse involucrado en la tradición de la India tan solo por curiosidad y 15 años después ser bien recibido en México y actuar frecuentemente en el máximo recinto cultural del país. En cada presentación brinda los antecedentes de cada pieza que interpreta, con la idea de que el público sepa lo que quiso transmitir el autor.

Las notas son tan complicadas que requieren de notable habilidad y sentimiento. Para sus recitales y conciertos, Argáez se viste al estilo de la gente de la India. Le ha dado tanto la música de la nación asiática, que él mismo comparte su gusto y afición a través de cursos y talleres que imparte en los sitios donde diversas instituciones lo invitan con frecuencia.

El concierto de anoche fue una verdadera sesión de música ritual y lo acompañaron Rocío Orozco (violonchelo barroco) y Radheshyam Sharma (percusionista), uno de los más grandes concertistas de la India, quien anoche se presentó por primera vez en esta nación y lo hizo con su enorme y añeja tradición musical, de muchas generaciones en su familia.

Rocío Orozco, por su parte, realizó estudios de licenciatura en la Universidad de Houston y tiene una especialidad en música de cámara por la Universidad de Milwaukee, con el Fine Arts Quartet y maestría en violonchelo por la Facultad de Música de la Universidad del Sur de California. Entre sus maestros estuvieron Anner Bylsma y Reyner Zipperling.