Dan el último adiós a joven cholulteca asesinado por un policía municipal

Foto: Melanie Isahmar Torres

Por: Melanie Isahmar Torres Melo.

Tras una emotiva procesión y celebración religiosa, familiares, amigos y conocidos de Ricardo Cadena, le dieron el último adiós, al joven de tan sólo 18 años que perdió la vida a manos de un policía municipal, y todos los presentes clamaron justicia para el joven, deseando que este acto de abuso de autoridad no quede impune.

Al medio día la procesión que acompañaba al cuerpo sin vida Ricardo, salió del taller mecánico Camino Real a Momoxpan y más de cien personas caminaron rumbo a a la capilla de la Virgen de Guadalupe, ubicada en la misma vialidad, y donde se realizaría la misa de cuerpo presente en honor al joven.

Al llegar al templo religioso, la familia soltó en llanto al ver el ataúd blanco que contenía el cuerpo de su hijo frente a la iglesia, y los compañeros de clase del joven que estudiaba en el bachillerato Sara María Basave de Toxqui, sacaron pancartas en las que exigían justicia para Ricardo, repudiando el acto de abuso por parte de los elemento de seguridad.

Durante la celebración religiosa, los asistentes se llenaron de un espíritu reflexivo y el sacerdote oró para que Ricardo Pudiera descansar en paz, e invitó a los presentes a reflexionar acerca de la responsabilidad que según el párroco, ellos tuvieron en dicho acontecimiento.

A las dos de la tarde, el féretro blanco que contenía el cuerpo de Ricardo salió del recinto religioso en hombros de quienes fueran sus compañeros de clase, y pronto lo envolvieron pétalos de rosa y confeti que arrojaron los presentes.

De nuevo iniciaron la caminata amigos, familiares y conocidos de Ricardo, quienes no pudieron contener el llanto al escuchar “las golondrinas” interpretadas por el mariachi que acompañaba a Ricardo, y tras alcanzar un poco de aliento los gritos de “Justicia, justicia, justicia” retumbaron en las calles de San Pedro Cholula.

Al llegar al Panteón Municipal, en el Barrio de Jesús Tlatempa, los acompañantes al sepelio expresaron las últimas palabras a Ricardo, y el llanto, ahora desgarrador de casi todos los presentes no se hizo esperar, era un llanto de dolor, pero también de rabia, ante un suceso que nadie se imaginaría y así el férretro bajó tres metros, siendo ésta la última vez que todos veían a Ricardo, aquél joven de 18 años que soñaba con ser mecánico automotriz y trabajar en la armadora Audi, fue así como la luz de ese joven alegre y estudioso como lo describen su familiares, se apagó finalmente, dejando un gran dolor en la familia Cadena Becerra.