Rolando Sigüenza, pintor sordo que utiliza su obra para comunicarse

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Sociales

Published on mayo 08, 2015 with No Comments

Rolando SigüenzaNotimex. En la calle Medellín de la Ciudad de México vive el pintor Rolando Sigüenza, sus cuadros cubren cada pared de su departamento, imágenes muy mexicanas, pero, de dónde viene el espíritu y la fuerza para que un niño sordo nacido en Oaxaca se convierta en un artista plástico, él lo expresa: “Gracias a mi familia”.

En el Centro de la Juventud, Arte y Cultura Futurama se inauguró este jueves su exposición titulada “Raíces”. En 1993 fue cuando Rolando montó, a sus 21 años y con nerviosismo, la primera expo de su vida, con ésta suman 98 individuales en México y otros países, como Estados Unidos, Canadá, España, Francia y Japón.

En entrevista con Notimex en Lengua de Señas Mexicana (LSM) Sigüenza expresa sus recuerdos de aquel joven que fue y cómo debió armarse de valor porque anhelaba, en el futuro seguir exponiendo y llegar a ser profesional. Para ello estudió primero con el maestro Luis Beltrán en Coyoacán y luego con el pintor oaxaqueño Rodolfo Morales.

Rolando es una de las casi 700 mil personas con discapacidad auditiva que habitan todo México, según el censo del INEGI de 2010, nació oyente pero perdió la audición a los siete meses, es el único sordo de su familia y tuvo la suerte de que sus abuelos maternos y sus padres le procuraran su educación especial.

Su escuela era oralista, le enseñaban la lectura labiofacial, a usar su voz y le prohibieron la lengua de señas. Rolando argumentaba que sus hermanos podían aprender una segunda lengua, el inglés, y él no podía aprender LSM, para comunicarse más fácil, pero no valió para su familia ni para la escuela, así que no aprendió a señar hasta los 21 años.

Cuando tenía cinco años y vivía en la casa de sus abuelos en Coyoacán, narra que todos departían, comían, bebían, mientras él encontró lápiz y papel, “tenía una idea frente a mí”, dibujar lo que pensaba y sentía para poder comunicarlo, me acomodé en el piso y empecé a dibujar”.

Recordó estar dibujando en el piso sin sentir cómo sus abuelos, padres, tíos y otras personas empezaron a acercarse, hasta que vio sus zapatos rodeándolo, levantó la mirada y todos estaban inclinados atentos a sus dibujos. Esa imagen “se quedó para siempre en mi memoria”. Esos rostros aparecen en algunos de sus cuadros.

Con su padre Nemesio, que era maestro de danza en los pueblos de la región Mixe en la Sierra Norte de Oaxaca, Sigüenza aprendió los bailes tradicionales, por ejemplo los de la Guelaguetza.

Aunque yo no pudiera oír, explica, “sí sentía la música de las danzas mixes, la vibración la siento en el pecho, el sonido del tambor que tocaba mi padre colocándose atrás de mí, pum, y yo un paso, pum pum, yo dos pasos, al bailar con esa música puedo sentir con mi cuerpo”.

“Raíces” es el nombre de la exposición que estará abierta hasta el 31 de mayo. Rolando explica tocando con el dedo medio su corazón: “las raíces son importantes, como cada mujer al dar a luz, da vida, así los árboles, su raíz permite el nacimiento de nuevas ramas, más vida. Para mí un árbol frondoso significa vida, amor”.

Con los árboles el artista estableció una conexión que aún se mantiene. En un paseo con su abuela, siendo niño, ella le dijo que escuchaba en un árbol a los pajaritos cantar, él se encogió de hombros porque no podía percibirlo, cuando empezó a sentir música.

Absorto pues no escuchaba pero sentía, esa energía, esa vida que para él salía del árbol, fue así como lo vivió y, cuando miró hacia atrás, se dio cuenta de que tocaba una banda, pero ese vínculo entre la música y el árbol lo plasmó en varios de sus cuadros.

En Oaxaca, Sigüenza estudió de los 14 a los 19 años en el Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, y entre sus maestros estuvieron Juan Alcázar y Francisco Toledo, aunque con este último su periodo de aprendizaje fue corto y él nunca se dio cuenta de que era sordo.

Sobre cómo se percibe siendo sordo entre pintores oyentes, explica que la diferencia sólo está en lo que cada uno expresa en su obra, y que “entre nosotros siempre ha habido respeto. Y los pintores de otros países han dicho que mis obras tienen muy fuerte lo mexicano”.

Aun así, dice que a veces es difícil porque falta la comunicación con los oyentes, son tan pocos los que saben LSM, y falta apoyo del gobierno para impulsar y rescatar el trabajo de un pintor como él, porque aunque está bien íntegramente de cuerpo y mente, es sordo.

Sobre su futuro, explicó que quiere rescatar a niños sordos, “no quiero verlos sufrir, sino animarlos a aprender, a que abran su mente y forjarse su propio futuro feliz y con autosuficiencia económica, mi proyecto es crear una asociación con enfoque cultural integral”.

Rolando Sigüenza puntualiza que por muchos años la temática de sus obras ha estado relacionada con la cultura oaxaqueña, ahora ha cambiado y “por eso los invito a que vengan a esta nueva exposición, todas las pinturas tienen mi sello, mi estilo, pero ahora que vivo en el Distrito Federal la temática se ha enriquecido con mi visión desde aquí”.

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