Notimex. Si bien el cine sueco no enfrenta una crisis, es cierto que a diferencia de décadas pasadas hoy en día los recursos que recibe del gobierno son menores y que destacar dentro de su país es más difícil que en el extranjero, señaló Jan Holmberg, Presidente de la Fundación Ingmar Bergman.
En entrevista con Notimex, Holmberg detalló que actualmente la cinematografía sueca se encuentra en un difícil momento, toda vez que la crisis económica que enfrenta el mundo también ha tocado a su país, no obstante, el número de producciones que se realizan anualmente no ha disminuido.
“Hace una o dos semanas hubo un cambio radical en la política de cine en Suecia. No sabemos qué va a pasar, pero la industria ahí la lleva, a veces sobresale, a veces no tanto”, expuso.
Aunado a la situación que enfrenta la cinematografía sueca, dijo, destacar en un país de nueve millones de habitantes, resulta difícil y es que existen muchas comparaciones entre el trabajo que dejó asentado Ingmar Bergman, es decir, “hoy en día todos quieren evitar ser comparados y prefieren hacer cine lo más alejado al arte de él”.
Y es que aseguró, no se está tomando en cuenta el verdadero valor que tiene la cinematografía nacional, pues siempre se está evocando que el antiguo era mejor. No obstante, me enorgullece que el trabajo sueco esté triunfando en el exterior, como aquí en México, donde ganó un premio la cinta “Algo tiene que romperse” (2014), de Ester Martin Bergsmark.
Respecto a las temáticas que hoy en día aborda el cine sueco, refirió que pese a que Suecia en mucho tiempo se ha visto como un ejemplo en cuanto a igualdad social y de género, es un país con una injusticia marcada y que de esto se ha venido hablando, en las últimas décadas, tanto en las calles como en su cinematografía.
Otros de los temas que predominan en el Séptimo Arte de Suecia son los conflictos que atraviesa la sociedad, como la privatización de la vivienda, el desempleo y la brecha entre las clases sociales, indicó.
Al preguntarle sobre el papel que juegan las mujeres en la cinematografía sueca, expuso que es mucha su participación y que son ellas quienes se adentran a temas que han marcado el cine Sueco, como el erotismo; sin embargo, lo abordan desde la perspectiva de las estructuras de poder y la represión que hay en cuanto al sexo.
En los años 50, es de mencionar, el cine sueco impactó la escena internacional por su contenido erótico, incluso cine sueco y erotismo parecían ser sinónimo, y de esto charlará esta noche Jan Holmberg, durante una sesión en la Cineteca Nacional, como parte del ciclo de cine “Sexo, erotismo y censura en el cine sueco. 1950-1970”.
La muestra, que está integrada por 12 películas, entre ellas “Un solo verano de felicidad” y “El maniquí”, permitirá que el público se acerque a la filmografía de un país que halló en el cine la oportunidad de mostrar sus inquietudes relacionadas con la sexualidad, y a partir de ahí resaltar diversos aspectos sociales y políticos que aquejaban a la población sueca en la segunda mitad del siglo XX.
“A mí me enorgullece y conmueve que el cine sueco se exhiba en otras partes del mundo y que la Cineteca le brinde un espacio es una gran oportunidad”, expuso Holmberg, quien además adelantó que a propósito de la conmemoración del centenario del natalicio de Ingmar Bergman, la fundación que preside ya trabaja en los preparativos.
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