PhotoEspaña premia trayectorias de chilena Errázuriz y española Steva

Notimex. El festival PhotoEspaña premió hoy a la chilena Paz Errázuriz y a la española Isabel Steva Hernández, “Colita”, por su trayectoria en la fotografía, y cuyo trabajo es testigo de la evolución social de sus respectivos países.

En rueda de prensa, las dos ganadoras de los máximos galardones de este festival coincidieron en que es la constancia, por lo menos de 30 años, lo que hace a los fotógrafos consolidar una carrera, por lo que a los jóvenes hay que enseñarles que no se puede ir rápido en este oficio.

El Premio PhotoEspaña 2015, que reconoce la trayectoria profesional de personalidades nacionales o internacionales, se entregó a Errazuriz, mientras que el Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria española en fotografía es para “Colita”.

Errázuriz (Santiago de Chile, 1944) comentó que su trayectoria sí la siente como una responsabilidad de cara a los jóvenes, a los que hay que enseñarles “no sólo fotografía, sino de la vida”, porque deben saber lo que se demora, unos 30 años, en conseguir las cosas en tiempos en que viven de prisa.

Consideró un logro de la fotografía chilena y latinoamericana recibir este galardón, que le hace recordar sus trabajos en los años ochenta, cuando se prohibieron algunas de sus fotografías con los colectivos transexuales locales.

“Colita” (Barcelona, 1940) coincidió en que son unos 30 años lo que se necesitan para consolidar una carrera profesional, que en su caso la circunscribe al periodismo en el que ha trabajado desde los años 60.

“Mi biografía son mis fotografías y empezaría desde 1963 a contar mi historia. Lo mío no es la literatura sino las imágenes”, dijo la fotógrafa barcelonesa que recordó a varios de los colegas con los que trabajó en su vida y de los que dijo que le enseñaron “a mirar mejor”.

De acuerdo con el acta del jurado, a Errazuriz se le reconoce “el rigor, la empatía y el respeto con que ha retratado la vida social contemporánea, a través de grupos como boxeadores, travestis, enfermos confinados en centros psiquiátricos, o cuerpos desnudos”.

En el caso de “Colita” se reconoce “la coherencia de su trayectoria, su independencia profesional y el conjunto de su trabajo, testigo de una época, desde dentro”.