Reconoce y celebra INBA 35 años de trayectoria de Patrón de Rueda

Notimex. Con la interpretación de fragmentos de las óperas “Atzimba” de Ricardo Castro, “Suor Angelica” de Giacomo Puccini y “Sansón y Dalila” de Camille Saint-Saëns, el director de orquesta y apasionado de ese género musical, Enrique patrón de Rueda fue homenajeado anoche aquí por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Al evento fueron convocados la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes y los coros Ensamble México e Infantil de Bellas Artes, así como Ana Caridad Acosta, Olivia Gorra, María Luisa Tamez, Violeta Dávalos y Gilberto Amaro, entre otros destacados cantantes. El director concertador fue el mismo maestro, quien lució radiante ante las loas y elogios.

La razón del homenaje obedece a los 35 años de trayectoria de Patrón de Rueda, quien es considerado uno de los mejores directores de ópera de México. Así, condujo a la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes, a los coros Ensamble México e Infantil de Bellas Artes y llevó al público por una caminata histórica-musical de la mano de Castro, Puccini y Saint-Saëns.

Durante la ejecución del segundo acto de “Atzimba”, una obra de Ricardo Castro (1864-1907), cuya refinada orquestación es de Arturo Márquez (a excepción de Danza Tarasca), Violeta Dávalos, Carlos Arturo Galván, Ana Caridad Acosta, Guillermo Ruiz, Martín Luna y Oscar Velázquez hicieron gala de sus portentosas voces y depurada técnica interpretativa.

Para “Suor Angelica”, de Giacomo Puccini (1858-1924) fueron invitados Olivia Gorra, María Luisa Tamez y Cynthia Sánchez, así como Rosa Muñoz y Carolina Wong, integrantes del Estudio de Ópera de Bellas Artes; Gilberto Amaro, Ana Caridad Acosta y Guillermo Ruiz, por su parte, cantaron en el tercer acto del segundo cuadro de “Sansón y Dalila” de Saint-Saëns (1835-1921).

“Estoy muy contento de que mi casa, el Teatro del Palacio de las Bellas Artes, donde yo crecí y tuve mis primeras experiencias como director”, señaló Patrón de Rueda antes del concierto. Dijo recordar su debut y primeras funciones de “Tosca” y “Carmen”, lo mismo que un sinnúmero de actuaciones memorables en el máximo recinto cultural en México.

Evocó sus presentaciones con Fernando de la Mora, Ramón Vargas, Martha Félix, Irma González y Guillermina Higareda. “He visto pasar a muchas generaciones de cantantes. Con orgullo puedo decir que me tocó la generación de los grandes cantantes de ópera y todo ello, ha quedado registrado de manera permanente en mi memoria”, agregó luego.

La ópera sigue siendo su gran pasión, su hobby, su gran amor. “Me sigue entusiasmando como el primer día. Por ello disfruto hacer ópera y descubrir talentos. Me apasiono con la ópera y sigo pensando que es el espectáculo más completo que existe. Me congratulo, ya que hoy, existen en México más cantantes de ópera que nunca”, añadió el director Patrón.

Advirtió que hoy en día existe la inquietud, entre muchos jóvenes, de llegar a ser figuras nacionales e internacionales. “Antes no había las oportunidades que hoy se tienen. Ahora hay talleres y escuelas de perfeccionamiento; la ópera ya no cabe en el Palacio de Bellas Artes. Veo que, afortunadamente, cada vez hay más ópera en el interior de la República”.

Respecto al público para la ópera, mencionó que “entre la gente sigue existiendo miedo y demasiado respeto de entrar a un teatro como el Palacio de Bellas Artes. Las instituciones culturales deben llevar la ópera a la gente, crear públicos y decirles que la ópera es algo maravilloso”. Y recordó haber hecho conciertos en el Zócalo de la Ciudad de México.

Enrique Patrón de Rueda nació en Mazatlán, Sinaloa y pronto estudió en el Conservatorio Nacional de Música, el London Opera Centre, la Royal Academy of Music y el Morley College. Sus guías fueron Tito Gobbi (1913-1984), Sir Geraint Evans (1922-1992), Peter Gelhorn (1912-2004) y Reri Grist, con quién completó sus cursos de dirección orquestal. A ellos también dedicó su homenaje.