Notimex. Con una brillante carrera en el mundo de la actuación, a sus 77 años Jane Fonda mantiene su mente más joven que nunca y su cuerpo lo revela con una belleza que deslumbra.
Tras su sonrisa existe una admiración completa a los pequeños detalles del mundo con los que se mantiene en equilibrio en un mundo que no vive un buen momento.
La actriz que se define como una activista que dedica la mayor parte de su tiempo a causas como la violencia contra las mujeres o la masculinidad tóxica se enfrenta cada día a distintos problemas, pero su búsqueda por la unidad personal y la autenticidad, la mantienen de pie.
“No me voy a poner al nivel del Dalai Lama, aunque lo conozco y cuando estás en su presencia sabes que hay una fuerza muy grande, sabes que es feliz porque es auténtico, así que en ese sentido se es feliz, es muy difícil estar en el mundo y tratar de hacer cosas importantes cuando no eres una persona integrada, para volvernos auténticos”, dijo.
“Soy feliz pero casi cada día quiero llorar porque cómo puedo ser feliz cuando están pasando esas guerras civiles, cuando hay que compañías quieren aprovecharse de todo sin que les importe el mundo, es decir el mundo está en un estado terrible pero hago que eso se meta a mi cuerpo me paralizo”, destacó la artista.
Por tal motivo, Fonda, quien expresó tener una sensibilidad especial por los animales, comentó que cada día está consciente de los problemas del mundo pero al mismo tiempo, busca su libertad a través de la meditación, del ejercicio, del encuentro con las personas y las actividades que la enriquecen como parte de su proceso.
“Lloro todo el tiempo pero medito una hora cada día, me ejercito porque eso me mantienen saludable y con los pies en la tierra porque si no puedes caer y lo he hecho pero te haces mayor y te haces más sabia y debes de saber que el activismo toma tiempo, es estar saludable, tener amor, disfrutar de la amistad”, advirtió.
Asimismo, la ganadora de dos premios Oscar busca explorar la riqueza de la gente mayor a través de la actuación por lo que buscó una serie que tuviera como protagonistas a personas mayores con conflictos reales que hicieran reflexionar a la audienca, como ocurre con “Grace y Frankie”, serie original de Netflix.
“Traté durante cuatro años de hacer una serie de televisión que hablara de las mujeres mayores, quería hacer una comedia pero una que tuviera realidad en ella, tuve algunos guiones que estuve revisando y no eran lo suficientemente buenos y luego llegó ‘Grace and Frankie’ y pensé que había llegado lo que tanto había pedido y después llegó Netflix”, dijo.
La serie narra la historia de dos mujeres que luego de cuatro décadas de matrimonio son abandonadas por sus maridos, quienes tienen una relación homosexual, por lo que las lleva a enfrentarse a un nuevo momento en su vida, pero también a la libertad.
“Mi personaje también se pregunta por qué no te dio cuenta, pero el hecho es que en algún nivel sabemos que algo no está bien pero no podemos hablarlo porque es muy difícil y yo como Jane, lo he hecho, he negado cosas y eso te hace no vivir auténticamente porque la verdad se vuelve peligrosa.
“Y es que también piensas que puede ser algo horrible y lo vas descubriendo conforme va pasando la serie, pero te das cuenta que no era tan terrible porque pues nunca hubiera tenido el coraje de hacerlo, de ser libre y es lo que te hace estar tan agradecida por la libertad que tienes, así que no es acerca de la sexualidad sino ser auténtica y vivir la verdad”, explicó.
La serie que desde mayo está disponible en la plataforma digital cuenta con la actuación de Lily Tomlin, Sam Waterson y Martin Sheen, además de la producción ejecutiva de Jane Fonda, quien espera que existan nuevas temporadas de esta emisión.
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