CNNMéxico. “La presente administración debe asumir la responsabilidad absoluta de lo sucedido”, señaló el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras la fuga de prisión por parte de Joaquín el Chapo Guzmán… en 2001.
Corrían otros tiempos, el tricolor criticaba al gobierno del Partido Acción Nacional (PAN) encabezado por el presidente Vicente Fox Quesada, ante el escape del líder del Cártel de Sinaloa del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, y se deslindaba de cualquier responsabilidad.
“El PRI deplora y reitera categóricamente su rechazo a la absurda pretensión que pretende trasladar a los gobiernos priistas la culpa por una falla garrafal de seguridad penitenciaria que solo muestra, con toda evidencia, la ineficiencia y la corrupción que prevalecen en la actual administración pública federal”, enfatizó el partido en un comunicado emitido el 24 de enero de 2001, tres días después de la evasión del narcotraficante. La presidenta del PRI era Dulce María Sauri Riancho.
Más de 14 años después, y de regreso en la administración federal con el presidente Enrique Peña Nieto, el PRI reprocha a gobiernos anteriores por el nuevo escape del líder criminal.
“No tienen autoridad moral quienes iniciaron esta guerra cruenta y absurda contra el crimen organizado (…) Durante sus gobiernos (del PAN), se evadió el mismo criminal, con la omisión y la connivencia de los suyos”, destacó el PRI en un nuevo boletín, difundido el pasado 14 de julio.
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También contrastan las declaraciones de Omar Fayad, en 2001 diputado federal del PRI. Entonces, el legislador federal comparó al gobierno panista de Fox Quesada con los de su partido, que hasta el 2000 gobernó por más de 70 años de manera ininterrumpida.
“Si la fuga de un narcotraficante hubiera tenido lugar en otra administración, a los priistas nos hubieran comido vivos, pero ahora parece que no sucede nada. En ninguna administración anterior se fugó reo alguno de una prisión de alta seguridad”, dijo según declaraciones reproducidas por el diario La Jornada el 23 de enero de 2001.
14 años después, Fayad —actualmente senador— se muestra más comprensivo con la responsabilidad de las autoridades frente a un hecho como este, y advierte sobre la “crítica inmediata” que suele haber en estos casos.
“A veces se da una crítica inmediata, como todo en la vida… Pareciera ser que fue un descuido, que alguien dejó abierta la puerta. No, no, no, no. Estamos hablando de algo muy complejo en el que las autoridades, a mi juicio, hicieron todo lo que tenían que hacer, incluido todos los estándares que puedan existir en este país y los internacionales para resguardar a un delincuente de esta magnitud”, comentó el pasado 13 de julio a Radio Fórmula.
2 presidentes, el mismo fugado
Con su propio estilo como al frente del gobierno federal, Fox Quesada y Peña Nieto reaccionaron a la misma noticia: la fuga de Joaquín el Chapo Guzmán.
Fox Quesada admitió en 2001 que el escape de prisión por parte del líder del Cártel de Sinaloa había sido un golpe para su administración. Aunque no usó ese término, sino que lo dijo en la tónica a la que acostumbró durante su sexenio.
”Debo aceptar que nos metieron un par de goles, ¡pero esto apenas empieza!”, dijo el 24 de enero de 2001, tres días después de la evasión del Chapo, y luego de que esa misma semana había lanzado su Cruzada Nacional contra el Narcotráfico y el Crimen Organizado.
El presidente Peña Nieto, más formal y más pronto, declaró al día siguiente de la segunda fuga del Chapo que se había tratado de un “hecho muy lamentable, que ha indignado y que indigna a la sociedad mexicana”, una “afrenta para el Estado mexicano”, que lo tenía “profundamente consternado”.
Otra declaración de hace más de 14 años que puede ser contrastada con su contraparte actual es la del entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, quien en su momento lanzó una advertencia contra las organizaciones criminales.
“No vamos a dejar que triunfen; eso que quede muy claro”, dijo el 21 de enero de 2001.
El actual titular de dicha cartera, Miguel Ángel Osorio Chong, pronunció un amago en el mismo sentido que Creel Miranda.
“No habrá descanso para este delincuente (…) Se trata de un enemigo de la sociedad que ha hecho un gran daño a México, y no habrá tregua en el esfuerzo para su reaprehensión”, señaló el pasado 13 de julio, dos días después del escape del narcotraficante.
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