Expertos disertan sobre los retos de la cinematografía nacional

Notimex. La concepción de la cinematografía nacional, la creación de público, las iniciativas para la igualdad de exhibición y la responsabilidad del contenido fueron, entre otros, los temas que abordaron anoche Blanca Guerra, Eduardo Arroyuelo, Elena Fortes y Tonatiuh Martínez, como parte de la charla “Cine mexicano: Realidad o ficción”.

Al tomar la palabra, la presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, Blanca Guerra, sostuvo que sin lugar a duda el cine mexicano ha pasado por distintas épocas en las que hay una estética muy clara, y que la meta es llegar al público con la recomendación del “boca en boca”.

Mencionó que si bien el cine enfrenta dificultades para su exhibición por el número de pantallas que se les da, un punto importante es canalizar los recursos para que no decaiga la producción, “y para lograrlo hay que tener rigor de exigencia, porque no puede haber películas menores”.

“Si estamos hablando que se requiere de una recuperación, sin duda creo que hasta daño hace canalizar recursos sin recuperación (…) porque no se puede estar destinando un fondo que a final de cuentas se va a perder”, añadió la también actriz de cine, televisión y teatro.

Para lograr una industria, dijo, “se tienen que hacer estrategias integrales. Tenemos que estar todos amalgamados para lograr objetivos: el Estado, las instituciones culturales, los cineastas, los medios de comunicación y el público”.

Tras mencionar que sería bueno que se analizará desde un principio a qué público queremos dirigirla tal o cual producción, el actor Eduardo Arroyuelo intervino para poner sobre la mesa el tema de “qué historias se están contando” y, posteriormente, destacó la diversidad temática que hoy en día explora el cine nacional.

Bajo ese tenor, opinó que “las películas que mejor funcionan son las que hablan de valores universales en entornos muy locales (…) y que el cine como cualquier negocio, necesita un retorno de inversión para, eventualmente, seguir haciendo más cine, como si se tratara de un círculo virtuoso”.

Por otro lado, lamentó que el descuido de los contenidos, pugnó por la creación de una ley que fije las reglas para darle oportunidad en pantalla al cine nacional de manera más equitativa y la sensibilización para el contacto con el arte.

Sobre los tiempos de pantalla, la directora del Festival Ambulante, Elena Fortes, expuso que si bien el 90 por ciento de funciones en salas está invadido por la cinematografía de Hollywood, hay una necesidad pendiente para la creación de iniciativas para la construcción de públicos y la extensión de los circuitos de exhibición”.

No obstante, comentó, “el cine mexicano necesita ir al encuentro del público, buscarlo activamente, procurar un encuentro cara a cara. Hay que crear los canales de comunicación y distribución para generar interés en las producciones nacionales.

Luego de mencionar que el buen cine es el que tiene resonancia con los espectadores, señaló que uno de los errores que comenten los cineastas es el no plantearse para quienes hacen la película, de ahí que sólo encuentren salida en México y no a nivel internacional, toda vez que no se piensa en este otro mercado.

Habló, además, de la crisis que existe entre los escritores, que los premios funcionan para generar el boca a boca y que el subsidio de los recursos deberían estar mejor repartidos.

En la ponencia, moderada por Juan Luis Rodríguez Pons, también participó el cinefotógrafo Tonatiuh Martínez, quien ponderó el buen impacto que el cine nacional tiene en el extranjero y sobre las escuelas que están formando gente con gran sensibilidad.

Además se sumó a la iniciativa de dotar en igualdad de circunstancias a las diversas cinematografías y recordó que en la década de los 50 la segunda industria que reportaba más ingresos después del petróleo, era el cine.