Contacto: david.noceda@hotmail.com
Desde hace algunos años tras la llegada del internet y el apogeo de las iniciativas sociales, han surgido cantidad inmensa de plataformas para fomentar la participación ciudadana. En algunas de éstas, las peticiones de firmas para denunciar, exigir o transparentar acontecimientos políticos se han convertido en una necesidad para la consolidación democrática frente al exceso de corrupción y la falta de espacios que indaguen el quehacer de los funcionarios públicos más a fondo.
Una de estas plataformas conocida como Artículo 19, ha logrado poner en jaque y evidenciar los abusos de poder por las autoridades de todo el mundo, no sólo de México. Pese a las miles de firmas que se consiguen por los ciudadanos diariamente sobre diferentes asuntos, los gobernantes de nuestro país siguen sin apreciar los intentos tecnológicos que buscan revalorizar el papel de la sociedad en el sistema político.
En la última década, denuncias sobre los feminicidios en Juárez, la guardería ABC, los desaparecidos y la violencia durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa fueron manifestados en estas nuevas alternativas de esclarecimiento público. Sólo en los tres años de Peña Nieto las denuncias internacionales se han triplicado ante los excesos de autoridad o la persecución a los periodistas, sin sumar las más de 70 mil víctimas de la delincuencia organizada.
Hace algunos días, en Artículo 19 se exigió a la Procuradora General de la República, Arely Gómez González, y al titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), Ricardo Nájera Herrera, consignar a los responsables del hostigamiento contra varios medios de comunicación por parte de personajes del PRI y Televisa. La denuncia cuenta actualmente con más de 30 mil firmas y las autoridades no apuestan a darle solución o posturas a los ciudadanos.
Uno de los grandes defectos de nuestra sociedad, es el hartazgo sin voluntad de cambio y es que en más de diez años no hemos logrado organizarnos con mayor magnitud para exigir justicia o freno a la corrupción. Muchas de las manifestaciones provenientes de los frentes universitarios terminaron por desvirtuarse o incluso acabaron cediendo a los intereses ajenos. Casi nadie recuerda hoy en día a #YoSoy132 y ni hablar de los nombres de los involucrados, sería imposible identificar sus rostros por la escasa memoria que nos caracteriza.
El verdadero punto a discutir, es que la tecnología no ha logrado beneficiar ni colaborar adecuadamente en el desarrollo democrático del país. A diferencia de otros países, utilizamos la tecnología para aislarnos en la comedia épica de lo que sucede, olvidamos los hechos, el contexto social y económico que vivimos sólo para pacificar ese viejo refrán de que “México siempre será así”. El internet y los dispositivos móviles han paralizado nuestra capacidad de análisis y aportación teórica, conforme pasa el tiempo los jóvenes se desinteresan en su estado, su historia o hasta sus seres cercanos.
Antes de que sea tarde y la globalización nos absorba sin oportunidad de opinar, actuemos aprovechando los medios y plataformas que formalizan la participación ciudadana, es época de cambio y tenemos la obligación primordial de acoplarnos a ésta para mejorar la educación y todo lo que se deriva de ella. De no entenderlo, poco quedará de nosotros.
No Comments
Comments for VOLUNTAD SOBRE PALABRAS – Tecnología ¿Para qué? are now closed.