Cecilia Suárez destaca capacidad y talento de cortometrajistas

Notimex. La actriz Cecilia Suárez, protagonista de la película “Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando”, celebró el trabajo que realizan creadores de cortometrajes, toda vez que este género es de suma importancia porque es la puerta para muchísimos directores y creadores, así como para actores y actrices.

Al ofrecer un discurso en el marco del homenaje que el Shorts México, Festival Internacional de Cortometrajes de México, le rindió anoche por su destacada trayectoria y participación en este género, Suárez expuso que contrario a lo que se piensa, un corto a diferencia de un largometraje es más difícil de realizar.

“Yo pienso que es más complicado por las limitantes que tienes en cuanto al tiempo, porque tiene que contar una historia muy circular en corto tiempo y para eso se necesita de una capacidad fuerte. Hacer un corto es bastante complejo”, comentó.

Emocionada por el reconocimiento que le rindió Shorts México en la Cineteca Nacional, la actriz señaló que ha sido un honor y un privilegio trabajar al lado de todos los cortometrajistas que han creído en ella y sostuvo que han sido igual de profesionales y dedicados que los directores de largos.

“En México, el cortometraje es una de las fortalezas más importante de la cinematografía y, que este festival lo celebre, exhiba y acerque a la gente, es sumamente importante y relevante”, mencionó ante fans y representantes de los medios de comunicación.

El encargado de entregarle el galardón a Suárez fue el cineasta Alejandro Lubezki, quien le agradeció que haya aceptado protagonizar su corto, pues aseguró que sin la presencia de Cecilia no hubiera quedado como quedó. “Es una colaboradora increíble que no deja que se pasen los detalles”, anotó.

El programa con el que se le rindió tributo estuvo compuesto por los cortometrajes “Lección relámpago” (2007), de Alejandro Lubezki; “Yo descubrí Yucatán” (2013), de Daniel Gruener; “Gente bien… atascada” (2007), de Manolo Caro; “Lávelo y úselo (1998), de Sergio Guerrero, y “Charros” (2004), de Jorge Riggen.