Primer corto de Mariana Arriaga en homenaje a su padre durante Festival de Venecia

EFE. La mexicana Mariana Arriaga tenía muy claro desde niña que su futuro estaba en el cine y su primer cortometraje lo ha realizado “en honor y homenaje” a su principal influencia, su padre, el realizador y guionista Guillermo Arriaga, que firma la historia de “En defensa propia”.

Un corto que empezó como trabajo fin de carrera y que fue seleccionado por el Festival de Venecia, donde fue proyectado en la sección Horizontes, algo “totalmente inesperado” para la joven realizadora, como cuenta en una entrevista con Efe.

“Tenía esperanza de quedar seleccionada pero lo veía muy difícil”, reconoce Arriaga.

En México hay un enorme “boom” del cine y hay mucha gente que quiere dedicarse a este mundo, varias escuelas y mucha competencia, por lo que ella se siente “muy afortunada” de haber llegado a Venecia, donde exhibió por primera vez un corto que ni siquiera había mostrado a sus protagonistas, Emilio Echevarría y Mauricio Isaac.

Para este primer corto se encontró a pocos días de tener que entregar el proyecto sin el guion que su padre le había prometido escribirle.

“Él me dijo: ‘escoge la historia y el tema y yo te lo hago’, pero tenía el tiempo encima y no sabía qué hacer, así que mi padre me dio un libro de cuentos que escribió más o menos a la edad que yo tengo ahora y elegí uno”.

Es una historia que se basa en una experiencia personal de Guillermo Arriaga, que un día estaba en casa cuando escuchó un ruido y se encontró a un tipo tratando de entrar por una ventana.

“Si entras, te mato”, le dijo al ladrón, que salió huyendo.

La historia, que se desarrolla en una noche, comienza cuando un médico recibe la llamada de un vecino. Alguien trataba de entrar en su casa y le ha disparado. En ese momento no sabe qué hacer.

“Me llamó mucho la atención ese cuento”, explica Arriaga, para quien la clave de su corto ha sido poder contar con Emilio Echevarría, al que conocía desde hace años, desde que trabajó en “Amores Perros”, la película de Alejandro González Iñárritu de la que Guillermo Arriaga fue guionista.

Al principio, reconoce la directora, “fue intimidante estar con grandes actores”, pero lo más difícil fue la parte de producción, el encontrar financiación.

Y eso fue algo en lo que su apellido sin duda ha allanado el camino, aunque considera que ser hija de Guillermo Arriaga no supone una ventaja pero tampoco un inconveniente.

“Creí que iba a ser un peso muy fuerte pero al revés. Fue un honor y un homenaje hacer este corto con él es su historia y es mi primer trabajo. Ha sabido manejar perfecto como enseñarme pero no se mete en mi trabajo, no trata de imponer sus decisiones”.

Además, recuerda que tanto él como su madre estudiaron comunicación y siempre le animaron a hacer lo que quisiera.

“Desde chiquita crecí rodeada de gente apasionada del cine y me lo contagiaron”, así que la elección de su camino estaba hecha.