Guillermina Bravo, pilar del panorama dancístico mexicano

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Sociales

Published on noviembre 05, 2015 with No Comments

Maestra Guillermina BravoNotimex. La trayectoria firme y creativa de la bailarina, coreógrafa, maestra, promotora y directora de ballet la llevó a fundar el Ballet Nacional de México y convertirse en la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 1979.

De acuerdo con datos de su biografía publicada en la revista electrónica “Imágenes” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guillermina Bravo nació en Chacaltianguis, un pequeño pueblo del estado de Veracruz, el 13 de noviembre de 1920.

Su padre, adscrito a la Marina de México, se hallaba asignado a ese lugar con su familia, situación que influyó en la visión global que más tarde tendría Bravo en sus obras.

Tras viajar con su familia a la Ciudad de México, se tituló de secretaria y contadora privada, pero también haría sus primeros estudios de danza clásica, moderna y vernácula los hizo en la Escuela Nacional de Danza dirigida por la bailarina mexicana Nellie Campobello (1900-1986).

Más tarde estudió con la coreógrafa estadounidense Waldeen von Falkenstein (1913-1993), conocida como una de las pioneras de la danza moderna mexicana, para después cursar danza folclórica en la Escuela Nacional de Danza.

Bravo fue alumna del Conservatorio Nacional de Música y en 1938 atendió cursos impartidos por Estrella Morales, y dos años más tarde participó en el Ballet de Bellas Artes.

Para 1947, indica la página de internet del Premio Nacional de Ciencias y Artes, el director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el compositor mexicano Carlos Chávez (1899-1978) llamó a Guillermina Bravo a fundar, organizar y dirigir junto con la bailarina Ana Mérida (1922-1991), la Academia de la Danza Mexicana.

La institución inició sus actividades con un programa de enseñanza que incluía el estudio libre e incipiente de las técnicas autóctonas y las dancísticas correspondientes a la danza moderna.

Un año después, con un grupo de bailarines, fundó el Ballet Nacional de México, entidad independiente que constituyó durante mucho tiempo el máximo centro de enseñanza de danza moderna y contemporánea del país y que representó la más avanzada compañía de su tipo en América Latina.

Participó en el ballet de masas ‘El 30-30’, una de las obras fundamentales de la danza mexicana.

A lo largo de casi seis décadas y a pesar de los vaivenes oficiales, de los cambios de políticas culturales y de las transformaciones en las modas y gustos, Guillermina Bravo y el Ballet Nacional de México se mantuvieron vigentes hasta su desaparición en 2006.

En 1957, junto con muchos miembros de la danza moderna mexicana del momento, la Compañía Nacional hizo una gira al festival de danza en Moscú, evento que modificó los criterios de Bravo, y a partir de ahí comenzó su etapa no realista que abarcó de 1958 a 1963.

Según el portal web “ondacultural.org”, la técnica Graham fue la base que implementó en los siguientes años dentro de sus enseñanzas profesionales para bailarines y con la cual construyó la poética corporal de su trabajo.

Bravo dejó de bailar en 1960 para dedicarse exclusivamente a la creación coreográfica. Entre sus obras más memorables figuran: “El paraíso de los ahogados” (1960), “Juego de pelota” (1968), “Sobre la violencia” (1989) y “Entre dioses y hombres” (1991).

Realizó más de 57 montajes y fue reconocida en numerosas ocasiones con premios como el “José Limón”, además de ser la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1979 y ser miembro emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

En 1990 abrió el Centro Nacional de Danza Contemporánea en Santiago de Querétaro, para que los artistas mexicanos y extranjeros pudiesen preparase como bailarines, coreógrafos, técnicos e historiadores profesionales, la cual tuvo dos entidades fundamentales: el Colegio de Danza Contemporánea y el Ballet Nacional de México, compañía de la cual emanaron los principales profesores de la estructura docente del Colegio.

En 1993, en el marco del Festival de Danza en San Luis Potosí, se creó el Premio Guillermina Bravo.

Sensibilidad, auténtica plasticidad, combinada con fortaleza y firmeza de carácter, talento, un genio en la creación, Guillermina Bravo falleció el 6 de noviembre del 2013, a días de cumplir 93 años de edad, en Santiago, Querétaro, México.

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