Capturan pensamiento místico de Dr. Atl en “Rotación cósmica”

Notimex. Recuperar la visión mística del pintor Gerardo Murillo, mejor conocido como “Dr Alt” (1875-1964), y su relación ideológica con la filosofía de Friedrich Nietzsche, es la apuesta del libro “Dr. Atl. Rotación cósmica. A cincuenta años de su muerte”.

El ejemplar que se presentó anoche en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) en esta capital es la memoria gráfica de la exposición que mostró el pensamiento y a la obra de quien es considerado el ideólogo del muralismo mexicano, la cual se presenttó en el Instituto Cultural Cabañas de Guadalajara, de noviembre 2015 a febrero de 2016.

También es el último trabajo tangible de una de las personas más relevantes de la escena curatorial de Jalisco: el arquitecto Carlos Ashida, quién supo trazar un panorama singular de las artes plásticas mexicanas, comentó Peter Krieger investigador y profesor del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Además de explorar la relación ideológica del pintor mexicano con la postura filosófica de Nietzsche, el catálogo recupera la mística que Dr. Atl concibió en Olinka, la ciudad futurista que él soñó, donde la ciencia y la cultura conviven en perfecta armonía, alimentándose una de la otra, en un intenso espacio abierto donde el espíritu y la imaginación tienen la libertad para crecer sin límites.

El volumen incluye la reproducción de poco más de 30 pinturas, entre las que están “Fuego verde en el Paricutín”, “Boca del volcán” y “Volcanes”, así como 27 dibujos y fotografías de los acervos del INBA, Munal, Filmoteca de la UNAM, Club de Industriales, El Colegio de México y la colección Blaisten, entre otras.

Durante la presentación, se recordó la vida y obra del pintor mexicano, al tiempo que se hizo mención de que en 1897, durante su viaje en barco hacia ese continente cambió su nombre a “Atl”, que en lengua náhuatl significa agua.

Se mencionó que fue el poeta argentino Leopoldo Lugones, quien le agregó el “Dr.” por el título de doctor en filosofía que tenía el mexicano.

En Europa, Gerardo Murillo estudió con figuras del pensamiento y la literatura como Antonio Labríola, teórico del marxismo, el sociólogo Émile Durkheim y Henri Bergson.

El volumen cuenta además con un texto de Ashida, en el que recuerda que el artista consideraba que los pintores son los seres mejor dotados para gobernar a los pueblos.

Y refiere que “su interés por los avances científicos de la época lo condujo a formular un modelo personal de comprensión de la mecánica del universo, en el que un fluido eléctrico es la clave de su unidad y armonía.

“Para él todo lo que contenía el Cosmos, desde una galaxia hasta un átomo, está rodeado de una atmósfera eléctrica cuyo magnetismo establece una estabilidad que impide la disgregación total en el espacio infinito”, señala.

Gerardo Murillo dejó huellas indelebles en los jóvenes pintores que acudían a la Academia de San Carlos, entre ellos David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, a quienes años más tarde se les apodó “los tres grandes del muralismo mexicano”.