Por: Antonio Zamora
Que le hayan arrebatado el balón en su propia cancha, opacando una de sus principales cualidades, la posesión del esférico, además de las desatención defensiva y la falta de eficacia al frente, fueron factores que causaron amargura al técnico del Puebla de la Franja, Pablo Marini, luego del empate 1-1 ante Veracruz en el Clásico del Sur.
Y es que luego de un primer tiempo donde los camoteros parecía que podían definir a favor el partido, tuvieron una parte complementaria donde sobre poblaron la zona defensiva cediendo la iniciativa a los escualos, lo que le provocó malestar al estratega argentino.
El balance del partido es de un sabor amargo porque tuvimos ocasiones para liquidarlo, hicimos un primer tiempo extraordinario, pero solo pudimos concretar un solo gol y en el segundo Veracruz nos echó para atrás, no pudimos tener el balón, aunque ellos tampoco nos complicaron demasiado, apuntó en rueda de prensa.
El Pomelo aceptó que la anotación en contra vino luego de una desatención en su zona baja durante una jugada de pelota parada, uno de los potenciales de los veracruzanos y sobre todo de su atacante argentino Julio Furch.
Sabíamos que el juego aéreo iba a ser complicado, lo habíamos resuelto bien, pero el gol fue por una desatención. En el segundo tiempo tuvimos oportunidades de definir el juego, pero no pudimos y eso nos deja muy tristes porque queríamos ganar el partido, concluyó.
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