Entre 2014 y 2016; 104 casos de maltrato infantil en San Andrés Cholula

Foto: Omar Sánchez Chávez

Por: Omar Sánchez.

San Andrés Cholula, Pue. En lo que va de la actual administración, el DIF municipal ha atendido 104 casos de niños que sufren maltrato físico y psicológico provocado principalmente por sus progenitores, de los que ocho infantes han tenido que ser resguardados por el SEDIF, reveló, la coordinadora de Desarrollo Familiar, María del Rayo Loeza.

Indicó que la cifra está compuesta por 59 niñas y 45 niños que van de los 3 a 13 años, quienes han padecido violencia intrafamiliar, llevado a cabo por los papás o padrastros, situación que obedece a que sus tutores sufrieron maltrato en la infancia.

En ese tenor, afirmó que –afortunadamente- ninguno de los casos ha concluido en la hospitalización del menor o con el deceso de alguno, pero –precisó- que dentro de la violencia, aquella ha sido perpetrada muchas veces con objetos.

“Llegan con lesiones, marcas, pero no de hospitalización. En muchos casos se ha tenido que recurrir a la intervención del DIF estatal, porque es todo un procedimiento el que se hace, entonces el DIF estatal interviene”, acotó.

Asimismo, refirió que de los casos contabilizados y atendidos, no se ha quitado la custodia a algún progenitor, ya que muchos de los vástagos han sido resguardados en la Casa de la Niñez o con alguno de sus familiares cercanos.

Detalló que cuando atienden a un menor con señales de violencia, este es presentado ante el Ministerio Público, el cual lo pone a disposición de algún albergue a cargo del Sistema Estatal DIF.

“A todos los casos el MP le da seguimiento, cuando no se ingresa al albergue se busca un familiar con quien ponerlo bajo custodia”, sumó.

Precisó que las zonas que albergan hasta el 50 por ciento de estos casos, son las juntas auxiliares de San Bernardino Tlaxcalancingo y San Antonio Cacalotepec.

Finalmente, señaló que el sistema municipal DIF, ha desarrollado una campaña para sensibilizar a los progenitores en el tema, con la aplicación de terapias psicológicas y dinámicas hacia padres de familia, docentes y menores, además de dar el seguimiento cuando es detectado un caso con visitas domiciliarias y con la orientación jurídica, lo que ha contribuido a que esta problemática vaya en descenso.