Modelo educativo impulsado por el INEA permite aprender a niñas

Notimex. Lejos de los juguetes o aparatos tecnológicos que piden la mayoría de los niños para festejar su día, para las hermanas oaxaqueñas Mayra y Lizet Hernández, de 13 y 14 años, respectivamente, el aprender a leer y escribir representa el mejor regalo que les pueden brindar.

Debido a que tienen que trabajar para apoyar a su familia, estas niñas no pueden acudir a una escuela primaria de manera formal, es por eso que gracias al Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) 10-14, impulsado por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), ellas pueden cursar la primaria abierta.

Mayra comentó que para ella y sus tres hermanitas, el mejor regalo del Día del Niño es la oportunidad que este modelo les brinda para poder estudiar.

“Veía a los niños que iban a la escuela con sus libros, me daba curiosidad y quería aprender a leer, pero no podía dejar de hacer limpieza en las casas de las personas donde trabajo, porque con lo que nos pagan sacamos para comer y vestirnos”, señaló.

En un comunicado, el gobierno estatal detalló que este modelo educativo busca que los niños y niñas en el rango de edad de 10 a 14 años, que se encuentren en situaciones difíciles y no puedan acudir a un centro educativo, se puedan inscribir en el nivel de primaria con el sistema abierto.

Señaló además que el certificado que se les entrega a los educandos al finalizar los 12 módulos educativos, tiene validez oficial para que puedan continuar la secundaria, incluso de manera escolarizada si así lo desean.

Con horarios flexibles, las hermanas Hernández acuden los fines de semana a clases, y en las tardes acuden al Círculo de Estudio de su colonia, donde están aprendiendo a leer y escribir a través asesoría, aunque también avanzan de manera autodidacta desde sus hogares.

Para Lizeth, quien labora en un comedor, el aprender a leer y escribir le ha sido de mucha utilidad porque puede levantar un pedido y cobrar el consumo de acuerdo al menú que ofrecen en la cocina económica, sin necesidad de pedir ayuda a sus compañeras.

Estas niñas trabajan durante el día y en las noches y fines de semanas se concentran a estudiar sus libros para concluir su educación básica y con ello obtener mayores oportunidades de desarrollo.