Redacción. Dicen las voces ancestrales de América que el cabello es la manifestación física de nuestros pensamientos y una extensión de nosotros mismos; lo mismo sucede con los pensamientos de la madre Tierra: podemos ver el constante crecimiento de su cabello de hierba, que desde tiempos ancestrales fueron usados por los pueblos indígenas con fines medicinales y rituales. Ellos han usado el cabello de la tierra en sus ceremonias con fines de curación física y espiritual o en rituales que consideraban sagrados.
“Cada uno de nuestros cabellos nos representa a nosotros mismos, son puntos de conexión fuertes tanto de nuestro cuerpo como de nuestro espíritu según los pueblos indígenas”, asegura Paola Klug investigadora indigenista.
En todos los pueblos de la tierra existen cuentos o leyendas en donde el cabello juega un papel crucial en el destino de los protagonistas, por ejemplo “aquellas historias que cuentan sobre los hechiceros o brujas que emplean el cabello de una persona para causarle daño, aunque no es el cabello en sí lo que usan para ese propósito sino las emociones que lleva dentro”, asegura Klug.
En muchos países del mundo los hombres y mujeres de sabiduría han llevado el cabello largo; en cambio en los lugares donde se ha presentado la tiranía en cualquiera de sus formas el cabello corto ha sido obligatorio y este, junto a otros factores ha culminado con la derrota espiritual y física de los pueblos.
“El cabello tiene su propio lenguaje y carácter, y la forma en que sea peinado es sumamente importante para quién lo porte: La raya en medio representa la alineación del pensamiento, la trenza: la unidad del pensamiento con el corazón, el cabello suelto significa seguridad y el cabello recogido convicción; aunque actualmente las personas se peinan sin conocer el significado de sus acciones, el estilo en que se use el cabello es importante, pues haciendo a un lado la vanidad o practicidad, la forma en que uno lleve el cabello repercutirá directamente sobre nuestro estado de ánimo”.
Para cada ocasión
La forma de llevar peinado era de suma importancia, pues describía y anunciaba matrimonio o guerra, alegría o duelo. “A través del cabello y los tocados que se llevaba sobre él se podía saber la madurez de las personas, su estatus en la sociedad o los tiempos de paz y guerra. El cabello representaba los pensamientos y el estado espiritual del individuo y de su comunidad”, aseguró Klug.
Y agregó: “El cabello representaba los estados de la naturaleza, fluían en línea recta como las cascadas o eran ondulados como el agua del río. A los niños indígenas se les enseñaba a lavar y enjuagar el cabello. El cuidado del cabello era tan importante como el mantenimiento de su salud física y espiritual; también se les enseñaba a crear los peinados rituales usando madera, huesos, plumas o piedras como tocados”.
Conocer estos detalles, honran la cultura ancestral indígena.
De peines y rituales con los astros
Las mujeres indígenas de los pueblos nativos del norte del continente usaban como peine uno de los huesos de la cola del puerco espín colocándolo sobre un mango de madera y sujetándolo con pequeñas tiras de piel trenzadas. Ellas creían que al peinarse el cabello todos los días le daban fluidez a sus emociones. El cabello que se caía o quedaba acumulado en los peines era recogido y al llegar la luna llena las mujeres se reunían para ofrecer el registro de su sentir acumulado en el cabello caído a los espíritus del fuego, tierra y aire.
(Con información de www.eltribuno.info)
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