Ofrecen asistencia telefónica y ayuda psicológica para dejar de fumar

Agencias. Dejar de fumar es casi lo mismo que dejar cualquier otra droga. Los síntomas de abstinencia van desde la ansiedad, la tristeza y pueden convertirse en depresión, de acuerdo con el Instituto para la Atención y Prevención para las Adicciones (IAPA).

Por ello, el gobierno capitalino, a través del IAPA tuvo que habilitar un servicio en Locatel para apoyar psicológicamente a las personas que deciden abandonar el cigarro y motivar, conforme pasan los días, a no regresar al mal hábito.

El subdirector de Tratamiento del IAPA, Alor Ruiz Hernández, explicó que el 58 por ciento del total de los fumadores ha intentado dejar de fumar, pero sólo dos de cada diez buscan algún profesional para lograrlo.

El año pasado, por ejemplo, en la Ciudad de México se registraron 7 mil 259 muertes atribuibles al consumo de tabaco.

Fumar tabaco equivale a aspirar unas siete mil sustancias químicas y, de ellas, 70 generan cáncer. “Cuando se daña el ADN, la célula puede empezar a multiplicarse sin control y formar un tumor maligno. Esto ocurre porque las sustancias tóxicas del humo del tabaco pueden destruir o modificar las instrucciones de la célula”, explicó Ruiz Hernández, en entrevista con Crónica.

Pero, abandonar el cigarro no es una tarea sencilla, aseguró el especialista. Las personas utilizan métodos tan diversos como el cigarro electrónico, sustituir la nicotina por glucosa, terapias láser y pulseras antitabaco.

Sin embargo, estos métodos, señala Alor Ruiz, no tienen garantía de que servirán. Si la dependencia ya es muy grave, es decir, en la que se consuman más de 10 cigarros al día, lo mejor es acudir a instituciones serias como el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y el Hospital General de México, donde los especialistas probablemente recomendarán dosis de nicotina controladas hasta que la sustancia ya no sea tan indispensable para el cuerpo.

Los psicólogos de Locatel también hacen su labor: convencen a los consumidores de abandonar la sustancia. Lo hacen pidiendo al paciente que recuerde por qué ya no desea fumar y cuáles son sus principales motivos.

Cuando un consumidor llama, el operador le hace un cuestionario para conocer su nivel de adicción, lo que le ayudará a saber qué estrategia debe seguir para ayudar al paciente y cuántas sesiones debe dar. Si la dependencia ya es muy avanzada, se le canalizará a una institución.

“Las terapias se dan a partir del nivel de adicción. La atención que se dé será muy individualizada, tratando de dar respuesta a las necesidades específicas de la persona. Esto lo va a poder enganchar al tratamiento y motivarlo para cambiar”, explicó.

La ventaja de Locatel, dijo, es que puede atender a los pacientes a cualquier hora ante cualquier crisis emocional que presente.

“Al dejar de fumar se presentan síntomas como ansiedad, depresión, irritabilidad, en general molestias que pueden hacer que la persona recaiga si no recibe una contención”, advirtió.

Locatel también cuenta con un test en su página de internet para que las personas conozcan su tipo de adicción y puedan hacer un cálculo del dinero que han invertido en cigarros desde que comenzaron a fumar.