Arte para reflexionar sobre el feminicidio

F. Atilano

Redacción. Teniendo como único elemento de expresión a un muro de sal, el artista contemporáneo Emmanuel Tovar busca atraer el espectador para concientizar sobre los feminicidios desde una perspectiva abstracta.

La instalación formada por 70 kilos de sal y titulada “Donde abrevan los lobos”, es la primera obra en inaugurar como parte del proyecto “De la Estereoscopía al Eco”, curado por Omar Guerra que, a partir del 4 de agosto y hasta finales de diciembre, compartirá con el público creaciones de Emmanuel Tovar, Israel Martínez y Joaquín Segura, con la intención de que el espectador aprecie las propuestas contemporáneas desde diversas dimensiones visuales y fonéticas.

“El proyecto parte del significado de estereoscopía, técnica que nació a principios del siglo XX en el que se colocan dos fotografías desfasadas o con una diferencia muy sutil y al verlo al mismo tiempo te provoca el efecto de tercera dimensión, que es cómo funciona nuestra vista”, explica Omar Guerra al detallar el propósito de utilizar la vitrina del Ex Convento del Carmen como puntos de exposición para el trío de artistas, que de manera individual, estarán rotando en el espacio cultural.

En este sentido, Emmanuel Tovar destaca que su pieza “Donde abrevan los lobos” está vinculada con el impacto del feminicidio en Jalisco, y aunque el artista desconoce cuántas mujeres han muerto bajo este crimen en Jalisco, puntualiza que es alarmante que el Estado ocupe los primeros lugares en violencia de género, superando incluso a Ciudad Juárez.

“Lo que me llama la atención son los feminicidios en Jalisco, que se han incrementado desde el 2014. Haciendo una investigación para desarrollar la pieza, conecto con la obra ‘Étant Donnés’ de Marcel Duchamp y me doy cuenta que hay una relación con un asesinato que sucede en Los Ángeles, un feminicidio que impactó mucho a la sociedad”, expresa Tovar al explicar su obra que también se relaciona con una cita bíblica en la que el castigo divino se manifiesta transformando a la mujer en sal.

“Lo que se está mostrando es una lápida salina que corresponde el peso promedio de una mujer, 70 kilos aproximadamente, es lo que está en la vitrina. La sal tendrá un cambio paulatino, dependiendo de sus cambios químicos y la misma humedad y ambiente del Ex Convento”.

(Con información de El Informador)