Marchan por la familia también en Puebla

Foto: Melanie I. Torres Melo

Por: Melanie Isahmar Torres Melo

Entre mantas, imágenes religiosas y la presencia del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, este sábado se llevó a cabo la marcha por la familia en Puebla, que reunió a poco más de 5 mil personas que se manifestaron en contra de los matrimonios igualitarios.

La marcha partió del gallito, en el paseo Bravo, y bajo las premisa de que únicamente las familias conformadas por mamá, papá e hijos son “naturales”, los manifestantes avanzaron sobre la avenida Reforma gritando consignas como “La familia unida, jamás será vencida”; “Hombre y mujer, la familia debe ser”, “De norte al sur, defiende a la familia” y “Defenderemos a la familia cueste lo que cueste”, hasta llegar al zócalo capitalino, donde realizaron un evento cultural y su pronunciamiento oficial.

Pese a que el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza, los obispos auxiliares Felipe Pozos y Eugenio Lira Rugarcía, y varios sacerdotes de la ciudad asistieron junto con sus feligreses, Víctor Sánchez Espinosa negó que la iglesia católica hubiese convocado a dicha marcha, convocada por el Frente Nacional por la Familia a nivel Nacional, y señaló que su presencia únicamente había sido “porque lo invitaron”.

Cabe señalar que esta marcha que se realizó de manera simultánea en más de cien ciudades del país, tuvo como finalidad rechazar la iniciativa del presidente de México, Enrique Peña Nieto, que busca reconocer legalmente los matrimonios igualitarios y concederles a los homosexuales el derecho a adoptar.

Al tomar la palabra, los voceros de la marcha e integrantes del Frente Nacional Por la Familia pidieron que se respete el matrimonio entre hombre y mujer, se garantice el derecho de los padres a educar a los hijos y se descarte toda iniciativa que no favorezca a la familia, principalmente.

Cabe la pena señalar que la iniciativa del presidente únicamente contempla legalizar a los matrimonios y familias gay, y no pretende bajo ninguna circunstancia quitarles derechos a las familias tradicionales o inculcarles alguna otra cultura, como han señalado algunas organizaciones religiosas.

Foto: Melanie I. Torres Melo

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