Se suma museo del Castillo de Chapultepec a festejos por la Constitución

Notimex. Cerca de 250 piezas históricas y artísticas entre libros, pinturas, litografías, mobiliario y documentos pertenecientes a las colecciones de los institutos nacionales de Antropología e Historia y de Bellas Artes, así como de la Cámara de Diputados, integran la exposición “Los 100 días que hicieron al México moderno. El debate por la Constitución 1916-17”.

Inaugurada anoche en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, se trata de una exhibición con la que el recinto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se suma a los festejos por el centenario de la Carta Magna.

Salvador Rueda Smithers, director del recinto, junto con las profesionales Erandi Rubio Huertas, Thalia Montes Recinas y Patricia Martínez Aldaba, concibieron una exposición centrada en el lapso dedicado a las sesiones parlamentarias en Querétaro, entonces capital provisional de la República, con el objetivo de reestablecer el orden legal roto por el golpista Victoriano Huerta en 1913.

En el acto, el titular del INAH, Diego Prieto, recordó que la presente muestra fue presentada el pasado 9 de febrero durante la Marcha por la Lealtad y refirió que a la fecha ha recibido más de 16 mil visitantes, particularmente niños y grupos escolares.

El también antropólogo indicó que a un siglo de distancia, “uno de los efectos más tardíamente reconocidos en la Revolución Mexicana, fue arribar al reconocimiento de la condición pluricultural de la nación, sustentada en sus pueblos indígenas, reconocimiento que apenas entró en la Constitución en 1992 en el artículo 4 y luego en el artículo 2 desde el 2001”.

Tras un recuento del origen de la Constitución de 1917, la exhibición no es sólo la crónica del momento, expone cómo al incorporar las demandas revolucionarias, la nueva Constitución despertó la esperanza colectiva.

“Leyes e ideas son las que hoy nos convocan, obra humana, la Constitución de 1917, sintetizó en su proceso creativo, el sentimiento de responsabilidad social, de la práctica política al servicio de la nación, que es suma de culturas”, agregó Prieto.

La exhibición va más allá de una crónica del momento histórico, “la idea que flota en el discurso museográfico es que la causa de una nueva constitución que incorporara las demandas revolucionarias abrió la puerta a la esperanza colectiva, reflejada en esos constituyentes que eran, en su mayoría, hombres comunes y corrientes, de saber que en sus manos tenían la oportunidad de resolver buena parte de los problemas heredados del porfirismo”.

“En ese centenar de días en los que se trazaron los caminos legales que seguiría el país, y todas las políticas sociales y económicas derivadas de ella, le dieron un perfil particular al México del siglo XX, a su arte, literatura, arquitectura, a sus ciudadanos”, indicó Rueda Smithers.

El halo emanado de la Revolución, capturado con exactitud por Ángel Zárraga en su obra “Una niña aprendiendo la historia” da la bienvenida a la exposición conmemorativa , que también reúne la obra de Diego Rivera, Jorge Gonzákez Camarena, Alfredo Zalce, Adolfo Mexiac, Rafael Cauduro, Pablo O´Higgins, José Reyes Meza, Fermín Revueltas y Luis Ortiz Monasterio, y en general una fuerte presencia de integrantes del Taller de Gráfica Popular.

El director del recinto destacó un documento firmado por el presidente del Congreso, Luis Manuel Rojas, quien repara en que sólo 155 constituyentes acudieron a la sesión e hizo un llamado para que todos asistieran a las subsecuentes.

De igual manera, sobresale mobiliario de mediados del siglo XIX, vinculado al poder presidencial: silla, dosel y pendón con bordados en oro y plata, prendas de Francisco Villa y mapas que pertenecieron a Venustiano Carranza.

A decir de los historiadores Rueda Smithers y Erandi Rubio, en esta exposición se señalan los principales procesos históricos que estaban ocurriendo en el mundo de manera simultánea: la Primera Guerra Mundial que tenía lugar en las trincheras de Europa, y la Revolución Rusa que estaba a unos meses de estallar.

Según la convocatoria lanzada por el primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, los candidatos al Congreso Constituyente debían cumplir ciertos requerimientos, entre ellos, no haber pertenecido al gobierno de Huerta, ni formar parte de facciones enemigas.

También, estaban excluidos los eclesiásticos y gente con cargos públicos. El perfil general: hombres con oficio en el giro mercantil y profesionistas, sobre todo médicos y abogados, más algunos militares y un pequeño grupo que formó parte de la XXVI Legislatura en el mandato de Francisco I. Madero.

La exhibición, que estará abierta en la Sala de Exposiciones Temporales hasta el 25 de junio, recuerda la labor de aquellos hombres por proveer a la nación de una ley fundamental que atendiera sus problemas sociales y políticos.