Geney Beltrán traza grandeza de Inés Arredondo con “Estío y otros cuentos”

Notimex.- La principal ambición de la antología “Estío y otros cuentos” de Inés Arredondo (Culiacán, 1928-Ciudad de México, 1989), selección y curaduría de textos y prólogo de Geney Beltrán Félix, es hacer llegar a esa autora a un lector mucho más amplio, general y popular, aseguró a Notimex el estratega de la obra.

El crítico, editor, traductor, novelista y ensayista nacido en Culiacán en 1976 dijo que las razones detrás de ese propósito son, en primer término, que es una gran maestra del cuento. “El aprecio crítico tan positivo que se tiene de ella viene de una visión de que el cuento en México adquiere un perfil muy característico en la obra de Inés Arredondo”.

Una segundo razón, abundó, es que se trata de una autora que supo abrevar de la ficción realista de corte psicológico que llegó de Europa, sobre todo a finales del siglo XIX y principios del XX.

Esas son las coordenadas de entrada para apreciar el legado de Arredondo, subrayó el ganador del Premio Bellas Artes de Narrativa Colima en 2015.

A través de esta entrega, Geney Beltrán coloca al lector curioso ante una gran estilista, de cara a una prosista con una escritura precisa, concisa, muy expresiva, con un filón lírico que sin duda le da una enorme belleza poética a lo que ella presenta. Por otro lado, uno de los valores más grandes de Arredondo es que ella es una de las autoras más innovadoras.

El entrevistado justificó lo anterior al destacar con énfasis que esa autora abrió horizontes a la ficción en México, al abordar una temática que se refiere al mundo de la afectividad, al universo de lo individual, a las emociones y las pasiones de personajes que enfrentan un conflicto, de modo particular, a partir de la ruptura de los lazos familiares y amorosos.

Esa es una temática que anteriormente se consideraba un asunto menor, pero en los años 60 del siglo XX, Elena Garro (Puebla, 1916-Ciudad de México, 1998) e Inés Arredondo “fueron las primeras autoras en abordar, con gran penetración psicológica e imaginación, las secuelas emocionales que ocurren de puertas adentro, en la órbita de lo privado”, acotó.

Esto parecería ir en una dirección opuesta de la tendencia de la literatura mexicana de privilegiar asuntos sociales y políticos de la historia mexicana.

Así, una de las principales virtudes de Arredondo “es la contundencia con la que recuperó la experiencia individual para demostrar que el mundo de lo privado también es un tema de importancia literaria”.

Sostuvo que eso se debe a que lo que ocurre en el mundo íntimo de los personajes de Inés Arredondo tiene una repercusión en la sociedad; no es algo que termine ahí o se quede escondido, y puntualizó que ella privilegió “la representación de vidas lastimadas, laceradas y fracturadas, las cuales pasan los una estación de crueldad y de dificultades emocionales”.

Incluso, Geney Beltrán estima que en algunos casos hay una aprehensión crítica del tema de la violencia familiar o de pareja, tema que no era ni muy bien abordado y menos bien visto hasta antes de ella. Consecuentemente, es una autora fácil de leer para el público de cualquier perfil y esta antología es totalmente adecuada para lectores iniciales.

Al mismo tiempo, Inés Arredondo fue una autora reconocida en vida, bien editada, tuvo y tiene una buena recepción en el medio académico. Lo que faltaba era un libro como éste, que abriera las puertas de su universo al lector lego, prque se trata de “cuentos muy redondos, rápidos de leer y con una historia unitaria”.

Los temas que la autora abordó pueden tocar las fibras sensibles de prácticamente todo lector a partir de la adolescencia y de cualquier experiencia vital, y, por otro lado, ofrece una prosa bien cuidada que no estorba al desarrollo de la historia, sino que está en función del despliegue de un episodio dramático que tiene un efecto intenso en el lector.

“Estos cuentos dejan tal huella en la imaginación y la sensibilidad, que se alojan y llevan en la memoria, pues no fue una autora elitista, sino que llega a la comprensión y disfrute del lector de diferentes intereses”, dijo quien ganó el Premio Nacional de Ensayo Joven “José Vasconcelos” por “El biógrafo de su lector. Guía para leer y entender a Macedonio Fernández”.

“Estío y otros cuentos” es una antología de cuentos de la autora sinaloense, escritora de culto y una de las más interesantes de la llamada “Generación de medio siglo”, a la que pertenecen también figuras como Juan García Ponce y Salvador Elizondo, entre otros.

Sobre la curaduría, Beltrán Félix mencionó que Inés Arredondo fue una autora con una conciencia literaria muy exigente y altísimo rigor autocrítico, lo que la condujo a publicar sólo tres libros de cuentos a lo largo de su vida, uno cada década. Ella fue algo así como la antologadora de sí misma y se cuidaba de no publicar a cada rato ni cualquier cosa.

Para esta antología el reto fue seleccionar lo extraordinario dentro de lo muy bueno, pues Arredondo mantuvo un altísimo nivel a lo largo de sus tres libros de cuentos: “La señal” (1965), “Río subterráneo” (1979) y “Los espejos” (1988).

Geney penetró ese mundo de rigor y, seleccionados los texto, los pone a la mano de todo lector incipiente o consumado.

Recordó que el 20 de marzo del año entrante se cumplirán nueve décadas del natalicio de la autora, por lo que confió en que todo lo incluido en “Estío y otros cuentos” pueden resultar entrañables por su alta calidad literaria. “Si esta antología llega a bibliotecas públicas, casas de cultura y clubes de libros, el objetivo se habrá cumplido”, rubricó.