Por: Carlos Muñoz.
Como en cualquier final del fútbol mexicano, hay un ganador y un perdedor, en este caso el equipo que le tocó caer fue “Tigres”, cuadro que volvió a perder una final al mando de Ricardo Ferretti, donde la polémica arbitral también hizo acto de presencia.
Cabe decir que, la polémica arbitral se hizo presente una vez más en una final del fútbol mexicano, donde el arbitraje para la vuelta corrió a cargo de Luis Enrique Santander, curiosamente siendo el hombre de negro que le pitó los cuartos de final de vuelta, semifinal de vuelta y ahora final de vuelta al “rebaño sagrado”.
Cabe mencionar que, Santander tuvo un trabajo de regular a malo, debido a que le perdonó una, dos, tres y más reclamaciones exageradas a Nahuel Guzmán, Jesús Dueñas y André-Pierre Gignac, siendo este amonestado al final del cotejo. Asimismo, por el otro bando debió haber expulsado al defensor Miguel Ponce, después de que el ex Toluca agrediera físicamente y verbalmente a Dueñas al final de dicho partido causando un enojo total al seleccionado nacional mexicano.
Asimismo, al final del cotejo, elementos como Javier Aquino, Eduardo Vargas y André-Pierre Gignac rechazaron la medalla de segundo lugar, algo que Enrique Bonilla, presidente de la Liga Mx recriminó en el momento de la celebración. De igual manera, otro de los datos penosos del arbitraje aconteció al minuto 93 cuando Ismael Sosa fue derribado por el central Jair Pereira en una clara pena máxima, algo que Santander tampoco observó. En términos generales, el arbitraje dejó mucho que desear, luego del buen trabajo en la ida de la gran final.
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