Notimex. La Rajamatraca, también conocida como la Reina de la Noche, que es una cactácea que crece en Baja California Sur y en algunas partes de Sinaloa, Estados Unidos y el desierto de Sonora, sobrevive bajo el amparo de otras plantas.
Alfredo Beltrán Morales, profesor-investigador del Departamento Académico de Agronomía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), señaló que la Rajamatraca crece abajo de organismos de mayor tamaño, como el palo fierro o el mezquite.
De acuerdo con el investigador de la UABCS, Baja California Sur es el sitio donde existe mayor abundancia de esta planta, según los mapas de distribución que se han hecho para esta especie.
Baja California Sur, dijo, es un sitio con diversidad de flora única, en el que crecen distintas especies que son endémicas o que, bien, sólo habitan en la región noroeste mexicana aunque su apariencia desértica haga pensar otra cosa.
Beltrán Morales trabaja en un proyecto de conservación de dicha cactácea, de la cual hace algunas consideraciones que le son muy particulares.
Lo interesante, señaló, es que se asocia con plantas más grandes, ya que al ser una especie pequeña, crece debajo de organismos de mayor tamaño, tales como el palo fierro o el mezquite, para obtener sombra y protección.
De hecho, los estudiosos en el tema denominan a esta particularidad como “efecto nodriza”, que es un comportamiento muy común entre cactáceas.
Gracias a esta asociación, la Rajamatraca ha desarrollado un mecanismo de reproducción interesante. Su fruto, muy parecido a la pitahaya común, alimenta a las aves que suelen posarse en las ramas de las plantas más grandes.
Al defecar estos animales se sabe que, entre los desechos, viajan aquellas semillas con potencial para germinar el suelo circundante.
No obstante lo maravilloso de estos organismos, Alfredo Beltrán explica que su población va en constante descenso; asegurando que una de las causas principales es la deforestación que sufren aquellos organismos que la protegen.
“Mucha gente corta el mezquite para hacerlo carbón y, sin saberlo, perturba el ecosistema de especies como la Rajamatraca”, señala.
Lamentablemente, agrega, “este tipo de acciones han hecho que ésta y otras cactáceas entren en la Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción”.
Otra de las causas que señala el investigador es el uso excesivo de pesticidas en los campos de cultivo.
Debido a que en algunas zonas son aplicados por medio de aviones, las partículas químicas que caen han matado un sin número de abejas encargadas de polinizar las flores de la Rajamatraca y de otras especies.
En vista de esta situación, un grupo de investigadores de la UABCS decidieron buscar una estrategia para preservarla.
Hicieron un experimento para germinar sus semillas al darse cuenta que sólo existen cuatro estudios sobre ella en todo el mundo “y ninguno se orienta a la conservación; por lo cual, es probable que aquí en la UABCS seamos los primeros en llevar a cabo uno”.
Como parte del estudio, Beltrán Morales y su equipo de trabajo averiguan los parámetros de salinidad que tolera la planta, y han descubierto que la Rajamtraca es menos resistente a este factor que otras cactáceas locales como la Chirinola.
Con salinidades iguales a cero, expuso, esta planta tiene un éxito de germinación del 75 por ciento en condiciones de luz normal y también en ambientes oscuros.
A medida que el valor de salinidad aumenta, la tasa de éxito va disminuyendo, lo cual indica lo delicado que resultará conservar esta especie.
Todo esto, aunado a que sólo crece un centímetro por año y aún no se sabe cuánto tiempo tiene que pasar para que comience a reproducirse.
No obstante, el investigador sudcaliforniano dice tener expectativas positivas para la preservación de esta especie.
Lo primero que harán será determinar bien los parámetros de tolerancia a la salinidad y, posteriormente, tratar de desarrollar una metodología para reforestarla, expuso Beltrán Morales.
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