El arte de saber de vivir.- Lo mejor que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a un oponente, tolerancia; a un amigo, tu corazón; a un niño, buen ejemplo; a un padre, respeto; a tu madre, sentirse orgullosa; a ti mismo, quererte; a todo hombre, caridad.” Benjamín Franklin.
Todos queremos hacer todo bien en nuestra vida. Ser buenos padres, profesionales y trabajadores. También aspiramos a ser buenos ciudadanos, parejas y amigos. Tenemos la necesidad de destacarnos en lo que hacemos, eso que algunos llaman éxito. En sentido general, puede entenderse como tener bienestar propio y preocuparnos por el ajeno, tanto que nos dedicamos a ayudar a otros a tenerlo.
De hecho, queremos dejar un legado. Es lo normal. Hay una frase atribuida a Baden Powell, fundador del movimiento scout, que se refiere a “Dejemos el mundo en mejores condiciones que como lo encontramos”.
Nadie en “su sano juicio” quiere hacer el mal a propósito. Lo que pasa es que a veces no sabemos cómo empezar a ser mejores. Nos equivocamos, faltamos a nuestra palabra, reaccionamos según las circunstancias ambientales, nos hacemos víctimas de lo externo, mentimos, somos desleales.
Buena noticia: Siempre podemos decidir cambiar.
¿Eres luz o sombra?
Creemos en el potencial del ser humano. Sabemos que a pesar de que somos luz y sombra, poseemos fases como la luna y cada uno de nosotros puede elegir mostrar su lado luminoso. De eso se trata decidir ser una persona de calidad.
Hay tres preguntas que te invitamos a responder para continuar en este proceso de convertirte en alguien con calidad personal.
- ¿Qué quiero lograr en la vida?
- ¿Para qué estoy en este mundo?
- ¿Cómo me gustaría ser recordado?
Al elegir ser una persona de calidad, nos empeñamos y el proceso inicia con la disposición a aprender, a adquirir hábitos positivos como un ejercicio de la voluntad. Teniendo presente que la calidad personal es un proceso y no un estado al que llegamos.
Este proceso se expresa en la práctica de cinco elementos que debemos aprender: ser, hacer, aprender, emprender y onvivir. Veamos cada uno de estos aspectos.
5 elementos para el cambio
1. En el aprender a ser
La persona de calidad se reafirma como ser humano, está consciente de sus fortalezas y las utiliza como su principal recurso para generar bienestar a su vida.
2. En el aprender a hacer
Su calidad se evidencia en sus actos. Se involucra con toda su potencialidad. Da lo mejor de sí, se esfuerza, persevera.
3. En el aprender a aprender
Estas personas están abiertas a transformarse, a evolucionar y crecer. Entienden que los obstáculos en la vida son oportunidades de aprendizajes.
4. En el aprender a emprender
Se está dispuesto a iniciar una obra y mantenerla según su objetivo y razón, a pesar de los obstáculos que puedan surgir. (Te invitamos a consultar nuestro artículo recomendaciones para el manejo de la frustración)
5. En el aprender a convivir
Es el hábito de las relaciones interpersonales saludables y del entendimiento. Es tan importante la empatía como la simpatía. Al relacionarse con el otro, se busca entender para después ser entendido. Es el hábito de la negociación, del gana-gana.
Qué es ser una persona de calidad
Actúan guiados por el deseo de satisfacer al otro, sin descuidar su autoestima, porque su accionar también los satisface. De modo que se tiene una apreciación genuina de sí mismos y del otro, al que consideran un igual, en toda su dimensión.
Es importante saber lo que es más importante en nuestra vida, nuestros valores gobernantes y actuar guiados por ellos en todo momento, no importa las circunstancias en las que estemos. Si actuamos orientados por valores estaremos satisfechos y los demás apreciaran nuestra coherencia.
Por un lado, quien actúa de acuerdo a sus valores no se permite ser víctima de las circunstancias, no reacciona a la pérdida de control de los demás y no se toma las críticas de manera personal. Establece prioridades y actúa. La práctica de la moderación se les nota. Hay un balance en los distintos aspectos de su vida. Por ejemplo, guarda un equilibrio en su tiempo personal, para su familia y su trabajo.
Por otro lado, las personas de calidad son excelentes prestadores de servicio porque la satisfacción del otro para ellos es fundamental. Están prestos a servir, atendiendo las necesidades de los demás. Reconocen a una persona de calidad porque su espíritu de colaboración sobresale.
Otro aspecto importante que resalta en las personas de calidad es su deseo de mejoramiento continuo. Porque ese proceso de convertirse en persona autentica, de calidad, se mantiene a lo largo de su vida.
¡Hagamos de este mundo un mejor lugar! ¡A practicar la calidad!
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