Notimex. Directamente de Chile y escoltada por sus seis músicos, la rapera Ana Tijoux realizó la víspera en la Alhóndiga de Granaditas un recorrido por su discografía, con estación final en los temas sociales que ahora atañen por igual a diversas naciones de Latinoamérica y el mundo.
El escenario fue la Alhóndiga de Granaditas. De esa forma, y a pesar del súbito descenso de temperatura que anoche se registró en esta ciudad, el público, escaso pero fiel y entusiasta, supo de un concierto basado en su disco más reciente.
Además, la polémica artista abordó temas de interés pero al margen de sus producciones discográficas, siguiendo el patrón de “Antipatriota”, su éxito emblemático. Vivencias de género, levantamientos populares de hombres y mujeres, violencia hacia las féminas y otros asuntos, fueron abordados por la chilena. “Vivo en un momento histórico y la música es una herramienta que usamos quienes nos cuestionamos muchas cosas que suceden en esta región.
El rap me es natural y por ser popular me enamoré de él”, dijo. Explicó que el arte es sanador como otras disciplinas. El arte es un punto de fuga, pero la ciencia y la técnica también son útiles para recuperar la paz en este engranaje tan perfecto que es el mundo. Guadalajara, Monterrey y otras ciudades mexicanas han sido visitadas por este grupo de artistas, porque, dijo Ana, ambas naciones llevan vidas paralelas”.
En ese sentido, recordó que muchos artistas mexicanos son ampliamente queridos en Chile, donde cuentan con grupos de admiradores y siempre son bienvenidos, y viceversa, reconoció que ella y sus compatriotas tienen en México una especie de segundo hogar. Y con ese entusiasmo e identificación con sus seguidores, ofreció su concierto cervantino.
La rapera Ana Tijoux interpretó sus creaciones cargadas de crítica social ante el enorme beneplácito del público mexicano, quien mostró su admiración por los mismos méritos que le granjearon que la revista “Rolling Stone” la catalogara como la mejor rapera en español y por lo mismo que ganó un Grammy Latino en colaboración con Jorge Drexler.
La cantante de origen franco-chileno estuvo en el XLV Festival Internacional Cervantino (FIC) como parte de las actividades del eje temático Revoluciones. Presentó sus rimas y versos contestatarios que la han colocado como una de las exponentes femeninas más importantes del rap.
Sus rimas, bien cargadas de crítica social, enloquecen a su público. Comenzó su carrera en 1993, formó su primera banda, Los Gemelos, junto con el rapero Zaturno. En 1997 hizo su primera grabación profesional en estudio, cuando participó en el trabajo musical “La medicina” del grupo chileno Los Tetas, uno de los pioneros del funk y del soul en la música nacional. Posteriormente se sumó a la banda de rap chilena Makiza.
Su primera producción con el grupo fue “Vida salvaje” y le siguió “Aerolíneas Makiza”. Es solista desde 2006, cuando grabó el álbum “Kaos”, cuyo primer sencillo es “Despabílate”. En el disco destaca la participación de Julieta Venegas y un rap con Jorge Drexler. Su segundo disco, “1977”, editado en 2009, logró muy pronto Disco de Oro en Italia.
El tercero fue “La Bala”, en 2011, y con su cuarto álbum, “Vengo”, se posicionó como gran vendedora de Amazon e iTunes. Ha colaborado con los grupos Santo Barrio y Los Tres, y “The New York Times” la comparó con Lauryn Hill, la rapera estadounidense que cantaba en la banda The Fugees; en 2014 obtuvo el Grammy Latino a la canción del año.
En 2015, destacó en la primera edición de los Premios Pulsar, que reconocen a lo mejor de la música chilena. La rapera triunfó en las categorías de Álbum del año, por su disco “Vengo”. Debutó en cine con la película “La isla de los pingüinos”, dirigida por Guillermo Söhrens, el año pasado. Con esas cartas, Ana Tijoux sigue cosechando fans en México.
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