Redacción. Temas como la religión, el sexo, la ambición y el engaño, son abordados en la ópera “Anacleto Morones”, de Víctor Rasgado, basado del cuento homónimo de Juan Rulfo, que se estrenó en el Teatro Principal de esta ciudad, en el marco del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Una ópera contemporánea que se sitúa en un pueblo de México donde la gente deposita su fe en su curandero o brujo, sobre todo las mujeres que desean que y piden su santificación.
Con un gran despliegue de escenografía e iluminación, los interpretes del bel canto, provenientes del Estudio de la Ópera de Bellas Artes (EOBA) y acompañados por músicos del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), bajo la batuta de José Luis Castillo, llevaron a escena la historia con tintes dramáticos y en momentos divertidos.
El canto y la actuación de los intérpretes crearon esa atmósfera de la vida cotidiana de los habitantes de un pueblo y sus creencias que se transmiten de generación en generación, sobre venerar a aquellos que ayudan con sus curaciones.
Una actuación que es relevante de destacar de los cantantes quienes se plantaron en el escenario con naturalidad para interpretar a cada uno de los personajes, sean centrales o de reparto, en el marco del XLV Festival Internacional Cervantino, que se lleva a cabo del 11 al 29 de octubre.
La historia de la ópera se centra en la figura de Anacleto Morones, quien como santero en el pueblo de Amula, se aprovechó de la devoción y confianza de todo aquel que acudía a sanar sus males, particularmente las mujeres.
La historia de la ópera se centra en la figura de Anacleto Morones, quien como santero en el pueblo de Amula, se aprovechó de la devoción y confianza de todo aquel que acudía a sanar sus males, particularmente las mujeres.
Sus milagrosas manos lograban sanarlas de todo mal. Sus remedios llegaron a ser tan efectivos que su fama se propagó por toda la región hasta que finalmente un día es llevado a la cárcel, acusado de abuso y de brujo, de donde misteriosamente desaparece.
Un grupo de mujeres convencidas de que Anacleto Morones era un verdadero santo y que después de su desaparición se encuentra en el cielo entre los ángeles, crean la congregación del Niño Anacleto para lograr su santificación.
El párroco les pide llevar a Lucas Lucatero quien además de haber sido su socio y yerno, lo conoció muy bien y cuyo testimonio sobre la santidad de Anacleto Morones es indispensable para la canonización.
Información de Notimex
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