¿Justicia o esclavitud del trabajador?

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Reportajes

Published on octubre 04, 2017 with No Comments

Por: Brenda Serrano T.

El valor del trabajador

De acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, las jornadas laborales no deben exceder cierto número de horas. La duración por día es determinada por la empresa, dependiendo de qué tipo de trabajo sea y también del trato establecido entre patrón y empleado. Existen horarios de medio y completo tiempo; la paga es muy importante, ya que la elección de un trabajador la mayor parte de veces se basa en este factor.

La profesión, el interés, las necesidades básicas, el contexto y las oportunidades son los elementos que generan seleccionar un trabajo u otro. Hay quienes no consideran merecedor ser un mesero, asesor telefónico, cajero, intendente, un vendedor ambulante o estar detrás de un mostrador cobrando o proporcionando información acerca de un servicio.

Es por ello que buscan arduamente un quehacer específico de su carrera, perseveran y lo logran. Para otros, son ocupaciones temporales en lo que terminan su formación universitaria o media superior, y requieren de dinero para cubrir sus gastos, aportar una cantidad al lugar en el que viven, o simplemente para comprar artículos o gustos personales.

Hay una desvalorización justificada hacia estas tareas, las cuales parecen sencillas, pero hay una complejidad y un grado de aprendizaje dentro de las mismas. Sin embargo, hay una verdad no aceptada; no para todos es el estudio o el profesionalismo, así que alguien tiene que realizar esas actividades que nadie quiere o son menos preciadas, pero que son necesarias.

Derechos y acuerdos

Se entrevistó a una profesora, especialista en la literatura e historia, que lleva ejerciendo la docencia por más de 30 años. Ella comparte su amor por la impartición de clases y la enseñanza que planta en cada alumno. Pero hay una desventaja entre profesores que trabajan en el sector privado como ella, y los que laboran en escuelas públicas, federales o de gobierno, estos últimos se encuentran más protegidos y cuentan con más privilegios. Suena contradictorio, ya que los padres eligen mandar a sus hijos a este tipo de colegios con el objetivo de tener una educación más personalizada, pero no siempre es garantía de un excelente nivel académico, o bien, de que el personal docente sea retribuido como corresponde.

El estatuto que respalda a los trabajadores es definido en términos generales; sin embargo, se adecua a la institución, empresa o situación que  se emprenda o se labore.

Por otro lado, está la presión social, la que demanda una posición, solvencia y reconocimiento. Si no se trabaja no eres nadie. ¿Cuantas veces no se ha escuchado esa frase? Es fomentada desde el nivel de primaria, o al menos, desde que se empieza a tener consciencia. No importa el talento que se posea, sino se desarrolla no es útil, beneficioso ni se podrá visualizar un futuro ventajoso. Suena cruel, pero es verdadero, aunque no sea completamente justo.

El trabajo es una necesidad económica y ocupacional, ya que no solamente permite sobrevivir o tener una vida satisfactoria, sino que dimensiona el liderazgo, la convivencia, habilidades interpersonales, comunicativas y la capacidad de compartir un mismo espacio con otras personas, sabiendo los posibles enfrentamientos y desacuerdos que pueden existir en la trayectoria laboral.

Si se constituye un pacto entre el que posee el alto mando y el trabajador están rebasando los límites de la ley programada. No obstante, este escenario es efectivo si las dos partes están complacidas, cubre las expectativas de ambos y alcanzan las metas deseadas.

Adaptada al régimen o rebelada contra el sistema

“Es una pregunta o disyuntiva difícil de contestar”, responde la docente, en el momento en que se arroja esta interrogante. No es blanco o negro, pero siempre hay una tendencia hacia un lado u otro. Ella no se denomina totalmente adaptada, ya que hay muchos puntos que desaprueba como el desnivel de los salarios. Hay que trabajar más para obtener más dinero, pero no es una regla general, ya que el trabajo en sí mismo dispone el horario y el pago asignado por cada rol o puesto a practicar.

Tampoco es posible ser un renegado en el sistema porque no habrá ningún provecho, y el rebelado perderá experiencia, prestigio y estimación. Si uno pretende rebelarse, primero hay que adaptarse a la estructura laboral, verificar como funciona y a partir de ello, crear una estrategia para rebatir todo aquello que  denigra o afecta a los trabajadores. Hay que recordar que la adaptabilidad surge por la necesidad, así que es prioritaria, pero una vez que ya se tenga definida y clara se puede comenzar a dar el paso hacia la rebelión.

No Comments

Comments for ¿Justicia o esclavitud del trabajador? are now closed.