El frío y el buen fin

Foto: Brenda Serrano.

Por: Brenda Serrano.

La premura de las fechas festivas reluce en cada esquina; plazas comerciales, colegios, organizaciones, televisión, radio, internet, memes y viviendas. Noviembre y diciembre, meses que todo mundo aguarda y añora cuando acaban, pero los 365 días del año se pasan como una flecha, entonces estos retornan de una manera rápida e inesperada.

“Parece que este 2017 hay más frío” pronuncian las voces humanas, pero conforme avanza el nuevo milenio, cada estación otoñal e invernal se considera así. Puede que la crudeza del tiempo repunte en ciertos días, unos más que otros, en los últimos lustros los cambios climáticos se han disparado, ya hasta se consideran “normales”.

El próximo fin de semana (18 y 19 de noviembre) las tiendas, comercios y restaurantes recibirán grandes ventas, y los consumidores ofertas, de acuerdo a su conveniencia. El lunes continuarán las promociones y compras, pues se suspenderán clases y algunas actividades por la conmemoración de la Revolución Mexicana, efectuada en 1910.

Las personas podrán adquirir prendas  para cubrirse del ambiente helado, el negocio de celulares y dispositivos móviles no se dará abasto, y será el inicio para adornar los lugares y casas con artículos navideños. La mayoría de la gente se entusiasma, salen del supermercado o centro comercial con tumultuosas bolsas, las anexan en su coche, camioneta  o solicitan un taxi para dirigirse a su refugio. Cuando arriban, con gusto, desalojan todo lo comprado.

El comprador compulsivo ¿o inducido?

El ambiente festivo está en ciernes; el diciembre estará al tope. ¡Quien se iba imaginar hace siglos que el humano llegaría a ser tan tecnológico, sedentario y globalizado! Las personas de la tercera edad y adultos mayores (en un rango de 40 a 80 años)  indican que los productos que antes se ofertaban eran de más calidad.

Ellos aseguran tener pruebas contundentes de dicho argumento. Por ejemplo, en  artículos sencillos de sanitario, cocina, recámara, ropa e incluso la arquitectura de edificaciones ha disminuido su resistencia. Es verdad que la calidad depende del precio, ya que hay productos muy finos que rinden largos años. Actualmente, se reclama que la mercancía y tecnología costosa está elaborada para que caduque pronto y el consumir vuelva a comprar algo nuevo. El secreto de las ventas es hacer creer al cliente que verdaderamente necesita el producto para sentirse bien, o satisfacer algún placer o lujo.

Es un factor frecuente en las multitudes, para que así cada año la persona restaure su equipo, closet, remodele y decore sus territorios personales. Hay árboles de Navidad que son desechables, especialmente los naturales, el aguante es nulo. En cambio los artificiales sí lo tienen. La recomendación ecológica es utilizar este tipo de árboles para reducir la contaminación.

No todas las promociones son tramposas, sólo hay que saber escogerlas, es importante informarse. El trabajo del vendedor y de las publicidades es provocar atención y sorpresa, vender la idea de que se pagará menos, pero realmente será más dinero y aumento de intereses, o representará lo mismo. En otros casos sí conviene, pues los pagos mensuales son moderados y acorde a la economía de cada familia.

El aprovechamiento de los medianos recursos

La mayor parte de la población no posee el poder de comprar una casa, un coche, un aparato o un servicio de alto coste, y liquidarlo de forma inmediata. Para ello se creó la posibilidad de pagar a plazos; de esta forma, se accede más fácilmente a la compra y consumismo, hasta los de estatus bajo. Esto es lo que hace la mafia de la venta.

También hay que resaltar su mérito del Buen Fin y de las fechas venideras. Hay más democracia, aun así se pone en duda las derivaciones y repercusiones de esta “democracia”, de la cual se tratará en otros textos.

Por otro lado, fomenta la buena presentación de los hombres y mujeres, la metro sexualidad y formalidad, en específico, en ámbitos de vestimenta y moda.

Así que en este 2017, se prometen novedades comerciales, el público aclamará o se quejará, según sea el lugar de compra. ¡Bienvenidos sean todos a la época histérica, estética, simpática, otoñal y casi invernal!