Notimex. “Estudié bien el género y me puse a escribir”, confesó alguna vez Guillermo Samperio sobre el cuento, que supo cultivar desde la ficción y los manuales, dejando obras como “Después apareció una nave.
Recetas para nuevos cuentistas” y “Cómo se escribe un cuento. 500 tips para nuevos cuentistas del siglo XXI”. A un año de su muerte, Samperio es recordado como uno de los mejores cuentistas mexicanos de la segunda mitad del siglo XX y forjador de varias generaciones de narradores mexicanos y extranjeros. Nació en la Ciudad de México el 22 de octubre de 1948, fue hijo del músico William Samperio y publicó su último libro en 2015, titulado “Maravillas malabares”, para superar las 50 publicaciones, entre cuento, novela, ensayo, literatura infantil, poesía y crónica.
De acuerdo con la Enciclopedia de la Literatura en México, su obra se ha traducido al francés, inglés, rumano y vietnamita. También fue guionista y productor de los programas “La Literatura Hoy” de Radio Educación, y “Noticiero Cultural”, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), misma institución donde fue director de Literatura. En 1977, con el libro de cuentos “Miedo ambiente”, fue merecedor del Premio Casa de las Américas. Un año después sus historias serían descritas por Guillermo Sheridan como narraciones ágiles, cachondas, ingenuas, donde se demuestra “bajo el disfraz de lo político y la evidencia del sexo, su necesidad de vencer el miedo al ambiente”, destaca el sitio “nexos.com.mx”.
Sobre el Material de Lectura de su obra, realizado por Cultura UNAM, el escritor Hernán Lara Zavala señaló que su narrativa se regía por lo extraño, lo extraordinario y lo humorístico, con cuentos que podían ser breves o extensos, realistas o fantásticos, paródicos o dramáticos, pero en todos “priva una manera inimitable de percibir el mundo”. Mientras que para la narradora Silvia Molina, sus cuentos impulsan al lector a reírse de sí mismo, para que se vea reflejado, pensado y metamorfoseado, “en todos esos actos que él pone allí, en su escritura, y que nos respaldan como seres humanos, en todos esos actos que nos conforman y nos muestran la vida”.
En “Después apareció una nave”, Samperio sostenía que cualquier persona de cualquier edad podía escribir cuentos, ya que guardaban historias de distintos tipos; lo único que necesitaba eran herramientas literarias para descubrirse escritor. Así, a través de una guía donde combinaba lo histórico y lo teórico, herramientas que sólo utilizaba para acercar los recursos literarios, ejemplificaba con ejercicios sencillos y prácticos. Guillermo Samperio, quien prefería el cuento que la novela, comentó en una ocasión las ventajas de los libros de cuentos, a modo de sugerencia para los editores, “trae 25 historias, y cada una con una enseñanza humana para el lector, mientras que en una novela se tiene que aventar 30 páginas para encontrar la enseñanza”.
Entre sus obras, destacan “Gente de la ciudad”, “Miedo ambiente y otros miedos”, “La mujer de la gabardina roja y otras mujeres”, entre otras. A causa de un paro cardiorrespiratorio, Samperio murió a los 68 años de edad, el 14 de diciembre de 2016, cuando estaba por publicar la novela “Vosotros, los mismos”.
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