EFE. Tras casi una década de ausencia en la Ciudad de México, la banda británica DepecheMode cumplió y contagió de su espíritu a unas 65 mil personas que agotaron el primero de dos conciertos que ofrecerá en el Foro Sol, como parte de The global spirit tour.
Con la nostalgia como el mejor aliado, pero también con la evolución y renovación de una de las agrupaciones de música electrónica más emblemáticas de la década de los ochenta, el público disfrutó de una veintena de temas durante poco más de dos horas de “show”.
La luna fungió como fiel testigo de las voces que se alzaron en éxitos como “It’s no good”, “Precious”, “World in my eyes”, “Enjoy the silence”, “Strangelove” y, por supuesto, con el emblemático “Personal Jesus”. Pero también corearon las nuevas canciones de su más reciente disco “Spirit” (2017).
Fue una noche en la que Depeche Mode dejó constancia de un legado musical de 38 años; fue un espacio de tiempo en el que Dave Gahan, Martin Gore y Andrew Fletcher, pero también Christian Eigner y Peter Gordeno, dieron muestra de su calidad artística tras 17 giras mundiales.
Como es su costumbre, el líder y vocalista de la banda, Dave Gahan hizo gala de su versatilidad artística. Aunque alguna vez aseguró que le pone de nervios subir al escenario, pareciera que no es así, pues se adueñó de éste desde el primer instante que lo pisó.
Luego de la actuación de la banda mexicana Rey Pila, a las 20:45 horas se apagaron las luces del recinto de la Magdalena Mixiuhca, como señal de que el concierto estaba por iniciar. La versión original de “Revolución”, interpretada por The Beatles, fue la introducción y Depeche Mode apareció al frente.
“Going backwards” fue el primer tema que interpretó, pero hasta el siguiente, “It’s no good”, el público estalló en júbilo; se levantó de su asiento y comenzó a corearlo de principio a fin. Cantaban los de arriba, los de abajo y los de todos lados.
Con “Barrel of a gun”, Dave Gahan aprovechó para dar giros sobre el templete y sus fans se lo celebraron. Enseguida pronunció “Buenas noches, México”, y comenzó con la primera estrofa de “A pain that I’m used to” y después “Useless”.
Aunque su voz continúa siendo excepcional, a sus 55 años el cantante buscaba la manera de también atraer la atención de los presentes cuando llevaba sus manos hacia la nuca y se contoneaba de manera erótica con pronunciados movimientos de cadera.
Mientras esto ocurría, deleitaba con “Precious”, uno de sus grandes éxitos. Ataviado con un habitual chaleco, esta vez en tono plateado, y pantalón negro, el ídolo complació con “World in my eyes”.
Tras 45 minutos de haber iniciado el espectáculo, el vocalista expresó las primeras palabras a manera de bienvenida: “Muchas gracias. ¿Cómo están? ¡Vamos!”.
Así, llegó el momento de “Cover me”, para lo cual aprovechó la pasarela del escenario y se acercó al público que emocionado estrechó sus palmas.
“Insight” en acústico fue la oportunidad para que Martin Gore cantara, lo mismo en “Home”, mientras que en la pantalla central aparecía la imagen de una casa.
Luego de presentar a la banda, Gahan hizo reverencia para proseguir con “In your room” del que solo se observó en pantallas la sensualidad que desborda el vídeo alusivo. A la par, el cantante aprovechaba para seguir girando acompañado por el pedestal del micrófono.
Al concluir “Where’s the revolution”, en las imágenes proyectadas destacaron tres puños arriba y la señal de amor y paz. Después vino un coro monumental con “Everything counts”.
De pie, el público aplaudía al compás de la canción, mientras que el escenario encendía la totalidad de sus luces para iluminar a Gahan, quien yacía en la punta de la pasarela.
En lo que iniciaba el siguiente tema, se le vio beber de una botella para luego entregar “Stripped”, y acto seguido vino uno de los momentos cumbre del concierto. Sucedió a través de “Enjoy the silence” con la que Depeche Mode provocó la euforia.
A partir de este momento, los ánimos que de por sí ya estaban elevados, se mantuvieron al tope con “Never let me down again” y los fanáticos encendieron las luces blancas de sus teléfonos móviles aunque en algunas gradas se observaban tonos verdes y rojos en simulación de la bandera de México.
Con esta atmósfera de luces, las 65 mil voces comenzaron a mover sus brazos de un lado a otro y aquello se convirtió en un mar de gran celebración.
Parecía que a las 22:28 horas había concluido el concierto. Pero luego de dos minutos de ausencia, la banda volvió y el público lo festejó como si fuera el inicio, sobre todo porque el motivo fue “Strangelove” en versión acústica y en la voz de Martin Gore.
Siguieron “Walking in my shoes” y “A question of time” para cerrar con broche de oro mediante el clásico “Personal Jesus” que cimbró el Foro Sol.
Como parte de su recorrido por Latinoamérica, Depeche Mode ofrecerá un segundo concierto este 13 de marzo en la capital mexicana y después se presentará en Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil.
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