AP. Incluso suponiendo que el sobre correcto sea leído al final de la ceremonia de los Oscar el domingo 4 de marzo por la noche, el último momento estará lleno de drama. Generalmente para este punto de la contienda la favorita por consenso emerge tras meses de premios de sindicatos y críticos, o por lo menos una preferida entre una o dos posibles contendientes.
Pero no es así este año. Cinco películas tienen posibilidades legítimas de llevarse el premio más codiciado de la noche: “The Shape of Water”, ”Three Billboards Outside Ebbing, Missouri”, ”Get Out”, ”Dunkirk” y “Lady Bird”. Pocas veces, si no es que nunca, los Premios de la Academia han sido un terreno tan abierto para las contendientes de su premio mayor.
Un año después de que “Moonlight” de Barry Jenkins derrumbara los pronósticos de que “La La Land” ganaría, junto con muchas ideas tradicionales sobe cómo se ve una “película de Oscar”, los especialistas están renuentes a hacer una predicción sobre cuál será la ganadora como mejor película.
“Es muy, muy impredecible”, dijo Sasha Stone, quien por años ha escrito en blogs sobre los Oscar y se encarga del sitio especializado en la temporada de premios Awards Daily. “Este es un año en el que me gustaría poder elegir todo. No tengo idea de quién ganará”.
La mayoría del resto de los premios importantes parecen estar dados.
Frances McDormand (“Three Billboards”), Gary Oldman (“Darkest Hour”), Allison Janney (“I, Tonya”) y Sam Rockwell (“Three Billboards”) parecen ser los ganadores seguros en las categorías de actuación. Mientras que se espera que el mexicano Guillermo del Toro (“Shape of Water”) se imponga en la categoría de director.
Pero en la gran categoría de la noche, el caos se ha impuesto. Los motivos para la incertidumbre van de lo estadístico a lo instintivo. Pero detrás de todos hay una idea de fondo: nadie sabe realmente lo qué es ahora una “película de Oscar”.
Tras 90 años de existencia los Oscar se ven bastante parecidos en el exterior, pero bajo la superficie todo está cambiando. En los últimos dos años la academia agregó a un quinto de sus miembros, aumentando el influjo de la gente no blanca, mujeres y votantes internacionales.
Al mismo tiempo, uno de los mayores responsables de darle forma a la campaña moderna de los Oscar y atender los gustos de la academia, Harvey Weinstein, ha sido exiliado de la institución de la que alguna vez fue sinónimo.
Los votantes son diferentes, algunos de los jugadores más importantes son diferentes y las películas, también, son diferentes. “Es un año en el que compiten tipos no convencionales de películas”, dijo Scott Feinberg, el especialista en premios de The Hollywood Reporter.
“Hay películas que caben mucho más dentro del molde de las cintas que ganaron hace años. ‘Darkest Hour’ y ‘The Post’ son cebos tradicionales para los Oscar. Pero ahora la academia no es la misma academia que solía ser para ese tipo de películas. Y hay películas que ni siquiera habrían sido nominadas, no creo, en el pasado porque habrían sido rechazadas como películas de género, ‘Shape of Water’ y ‘Get Out'”, señaló Feinberg.
“The Shape of Water” de Del Toro tiene los antecedentes más brillantes, con triunfos en los premios de los sindicatos de productores y directores, además de llegar como la más nominada con 13 menciones.
Pero le falta un ingrediente crucial pues, a pesar de tener un elenco impresionante que obtuvo tres nominaciones de actuación individuales (Sally Hawkins, Octavia Spencer, Richard Jenkins) en los Oscar, “Shape of Water” no fue nominada a mejor elenco en los premios del Sindicato de Actores, categoría en la que se ha impuesto cada ganadora del Oscar a mejor película en los últimos 22 años.
Incluso el histórico triunfo de “Moonlight” por encima de “La La Land” confirmó la fuerza predictora de la nominación a los elencos en los SAG: “Moonlight” la tuvo, “La La Land” no.
Los actores son por mucho la rama más grande de la academia y este año su elección parece ser “Three Billboards” de Martin McDonagh, que ganó el premio al mejor elenco en los SAG y el premio a la mejor película en los BAFTA de la Academia Británica.
Sin embargo “Three Billboards” ha sido la más criticada de las nominadas y la omisión de McDonagh en la categoría de dirección sugiere que tiene una debilidad fatal.
Las otras contendientes no tienen menos contradicciones estadísticas. “Get Out” de Jordan Peele y “Lady Bird” de Greta Gerwig son operas primas que podrían hacer historia para los afroestadounidenses o para las mujeres. Pero ninguna fue nominada en las categorías técnicas y perdieron ante “Shape of Water” y “Three Billboards” en los premios anteriores.
“Dunkirk” de Christopher Nolan es un contendiente aún más raro, a pesar de ser por mucho la de mayor presupuesto y la que más ingresos tuvo del grupo. Busca ser la primera cinta en 85 años en ganar como mejor película sin recibir nominación en actuación o guion.
Así que con un grupo de favoritas fallidas ¿qué hace un pronosticador de los Oscar? “Creo que tienes que poner todo en una misma olla y no dejar que ningún ingrediente se sobrepase”, dijo Kristopher Tapley, el corresponsal de premios de Variety.
“Pon todo dentro y no te dejes llevar tanto por el hecho de que no haya una nominación en los SAG o que no haya una nominación a mejor director. Creo que ‘Dunkirk’ está bastante en la contienda. Esas estadísticas están ahí hasta que no están ahí”, opinó.
A pesar de todo, Tapley se inclina por “The Shape of Water” pues simplemente cumple con la mayoría de los requisitos. “No estoy tratando de ser melindroso”, dijo. “Pero no estaría en shock si perdiera”.
Lo que más importuna en la cada vez más exigente máquina de predicción de la temporada de premios es la boleta de votos reinstituida hace ocho años cuando la categoría de mejor película se amplió de cinco a diez nominadas.
Al hacer una lista con nueve películas los votantes ya no solo eligen a una favorita y como resultado la película más amada con pasión puede perder ante la que simplemente tiene un gusto más amplio.
“Lo que pasará será esto: ¿cuál es la menos objetable de las posibles ganadoras?”, dijo Feinberg. “Todas tratan de presentar su argumento sobre por qué son de actualidad y merecedoras de ser admiradas: ‘incluso si no nos pones de número uno, ponnos de número dos o tres en tu boleta de votos. No nos borres’”.
La temporada ha visto una película tras otra competir por ser la historia más persuasiva y actual. “The Post” de Steven Spielberg busca ser una cinta anti-Trump y con su protagonista femenina entró en el movimiento #MeToo.
Pero “Lady Bird” resonó más como un emblema del progreso para las mujeres, convirtiendo a Gerwig apenas en la quinta mujer en ser nominada en la categoría de dirección en toda la historia de los Oscar.
Y tras varios años de escrutinio por la falta de diversidad en los Premios de la Academia, “Get Out” criticó efectivamente cada tipo de prejuicio liberal blanco por el que Hollywood es frecuentemente señalado.
“Siempre me pareció que fue un año en el que no entendimos completamente cuál es nuestra narrativa, cuál es nuestra historia o quién somos”, dijo Stone. “El asunto de Weinstein realmente puso de cabeza a Hollywood. Puso de cabeza a los Oscar”.
Ante los ojos de los observadores de los Oscar, “Get Out” ha sido la que más ha crecido en las últimas semanas, ayudada en parte por una robusta campaña de Universal Pictures. Pero a pesar de la controversia alrededor de “Three Billboards”, Stone se inclina hacia ella gracias a sus triunfos en los SAG, al mejor elenco, y en los BAFTA como mejor película.
La apuesta segura sería “The Shape of Water”, “Pero la gente está sobrecogida por el asunto del pez”, dijo Stone. “No es un pez, es una especie de mamífero, pero la gente está sobrecogida por ello”.
Así es, la más reñida e impredecible contienda de los Premios de la Academia en la historia reciente podría reducirse a cómo se sienten los miembros votantes ante el sexo de un hombre pez. Cuando el último sobre sea leído el domingo el ánimo de la gente estará pendiendo de un hilo.
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