Redacción. “Mientras en Hollywood escriben con imaginación, aquí vivimos las historias”, dice la cineasta Mitzi Vanessa Arreola para comenzar a hablar del filme La 4ª Compañía con la que conquistó, junto al codirector Amir Galván Cervera, los Premios Ariel el año pasado al ganar diez estatuillas de las 20 a las que aspiraba, incluida la de Mejor Película y que después de dos años de haberse estrenado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), llegó a las salas comerciales el 4 de abril.
La cineasta se refería a lo siguiente: Ciudad de México, 1979. López Portillo es el presidente de México y su íntimo amigo, Arturo El Negro Durazo, es el jefe de Policía de la Ciudad de México. Bajo su mando, la corrupción y el crimen no tienen límites…
Zambrano es un joven delincuente que llega a la Penitenciaría de Santa Martha con la esperanza de unirse a Los Perros de Santa Martha, el equipo de fútbol americano del lugar. Este equipo es también conocido como La 4ª Compañía, un escuadrón de la muerte al servicio de las autoridades de la cárcel, de la cual salen para robar carros de lujo y asaltar bancos, todo coordinado por El Negro. Zambrano pierde su inocencia en una ruta paralela: elevarse en el ámbito de los deportes y más profundo en el crimen, como miembro de La 4ª Compañía.
Con estas palabras está escrita la sinopsis de este filme que nos lleva a la cárcel en que se desarrolla la historia de Los Perros, a quienes se dice se les dio la oportunidad de tener su libertad si conquistaban el campeonato de una de las competencias oficiales que se llevaban a cabo en los años 80; sin embargo, al mismo tiempo se escribía un episodio sobre el crimen organizado de los más increíbles que se han dado a conocer.
“Al empezar el proyecto hubo dos posturas importantes: la primera era que debíamos corroborar ese relato; y el segundo es que nos interesaba que tuviera un rostro, con personajes reales y lugares reales, que conociéramos a profundidad de lo que íbamos a hablar. Ahí surgió la idea de filmar en la cárcel donde realmente ocurrió y además involucrar a la comunidad interna”, dijo Amir, en entrevista con Crónica.
“El trabajo de investigación nos llevó a corroborar que los personajes existieron, supimos cómo les llamaban, fuimos a buscar su historia dentro de la prisión, saber por qué estaban ahí, los que murieron saber por qué murieron y qué decían las partes de seguridad al respecto, que hicieron que viéramos la historia desde distintas perspectivas. Tanta gente desapareció a raíz de ese evento, tanto autoridades como internos, que silenciaron la historia”, añadió la realizadora en su turno.
El filme tiene su semilla en el cortometraje documental Lo que quedó de Pancho (2003), en el cual participó Amir, cuando estudiaba en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Cuando presentaron el filme conoció a Mitzi, una escritora y autodidacta del cine a quien Amir involucró, primero como escritora de la que sería su ópera prima que se basaba en el relato de Pancho, un delincuente de 45 años, quien le dio a conocer detalles sobre La 4ª Compañía.
“Me contaron esa historia que fue la columna vertebral de La 4ª Compañía. Tenía muchas horas de video de la entrevista y ahí supe que era una gran historia, pero que era muy complicada, incluso desde cómo se abordaría porque pudo ser un documental”, dijo Amir.
Después “fuimos a entrevistar a internos viejos, de sentencias largas. Le preguntamos a gente que había presenciado y que había estado involucrada o incluso escuchado. Ésas eran fuentes directas, pero también había otras de lo que se llegó a documentar en la labor de los periodistas con su propia investigación y otros como Julio Scherer que tenía un libro de relatos de cárceles, así como las hemerotecas en donde encontramos que estaba muy documentada la parte deportiva de Los Perros”, dijo.
A propósito del famoso equipo de futbol americano “conocimos por lo menos a tres internos. Los Perros son un equipo que existe desde hace mucho más tiempo de lo que contamos. Pero hubo este periodo de La 4ª Compañía, de la que también hubo varias generaciones más de ella. De hecho, esta es la segunda generación, que era la más atractiva por la historia del equipo de futbol americano, pero en total existieron cinco generaciones”, explicó.
Los realizadores del filme, que cuenta con un destacado elenco encabezado por Adrián Ladrón, Hernán Mendoza, Andoni Gracia, Gabino Rodríguez, Juan Carlos Flores, Carlos Valencia y Manuel Ojeda, esperan que su drama carcelario ayude al espectador a cuestionarse sobre la realidad actual.
“Nos hace preguntarnos que si antes era la cuarta compañía la encargada de hacer el trabajo sucio dentro de la prisión, ¿ahora quién es? Antes era Zambrano el joven que transitaba este tipo de historias, ¿cómo es el joven de ahora? Antes era Durazo el ícono del policía corrupto, ¿quién es ahora la figura de la corrupción? Para la historia que vivimos ahora de pronto no es tan fácil de identificar todo eso, pero sí que tiene muchos lazos comunicantes entre la historia de la película y la actualidad”, dijo Mitzi.
“Fue una época en la que se institucionalizó la corrupción, que desafortunadamente sigue vigente en el país, aunque ya no tiene cabezas tan visibles o carismáticas, si es la palabra, como la de El Negro, pero que existe una línea difuminada entre crimen y autoridad por lo cual aún no se puede ver en la sociedad a la policía como una autoridad fiable, y esos Durazos que son de más bajo perfil, pues andan por ahí en muchos lugares”, agregó Amir.
Finalmente, sobre la historia de corrupción de El Negro Durazo que muestra el filme, Amir gustó de contar una anécdota breve: “Hay una historia que escuchamos en el camino cuando un abuelo le explicaba a un niño quién era. Su definición fue muy sencilla: Durazo es el policía más corrupto que ha existido en la historia”, concluyó.
(Con información de cronica.com.mx)
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