Ntx. El mercado de los audiolibros en Chile tiene un amplio futuro debido a que el sistema aún está lejos de ser popular y porque la mayoría de las personas lo relaciona con una facilidad sólo para quienes tienen discapacidad visual.
Aunque varias librerías de esta capital ofrecen audiolibros a la venta, su comercialización aún es baja y quienes usan el sistema prefieren comprar ediciones en el extranjero, por su menor precio, o acceder a obras gratuitas en algunos sitios en internet. Mario Velásquez, dependiente de una librería de calle Huérfanos, señaló a Notimex que “son pocas las personas que preguntan por audiolibros, pero tenemos un stock de obras para los interesados desde hace algunos años”.
“Son pocas las personas que llegan a comprar audiolibros porque creo las pueden bajar de internet gratis, pero de todas formas algo vendemos todos los meses. Tal vez en el futuro sea un sistema más popular, pero en la actualidad las ventas de ellos son marginales”, comentó.
Fuentes de la industria editorial señalaron por su parte que el fenómeno de los audiolibros experimentó en los años un crecimiento sostenido, “aunque todavía no existe la costumbre entre los chilenos de comprarlos para, por ejemplo, escucharlos en los autos”.
“A Chile este tipo de avances entran como una moda, por eso cuando algún famoso lo comience a promocionar o cuando las editoriales inicien una campaña publicitaria con la perspectiva de elevar las ventas podría hacerse masivo”, explicó. Añadió que un antecedente del sistema en Chile podría ubicarse en la venta de cursos de inglés que incluían casetes o discos compactos “y que la gente escuchaba en sus autos camino a la oficina o a la casa, pero en la actualidad los chilenos prefieren la música o los espacios de conversación de las radios”.
La producción de audiolibros en Chile está regulada por la ley de propiedad intelectual y derecho de autor, ya que la edición de una obra en un formato diferente al original debe estar autorizada por sus creadores y por la editorial respectiva. Sólo se puede adaptar una obra, como por ejemplo grabarla en audio, sin remunerar ni obtener autorización de sus creadores cuando se haga en beneficio de personas con discapacidad visual, auditiva o de otra clase que le impidan el normal acceso a la obra y siempre y cuando no tenga fines comerciales.
La legislación subraya que en esos ejemplares se señalará que fue producido en forma especial para personas discapacitadas y que estará prohibida “su distribución y puesta a disposición, a cualquier título, de personas que no tengan la respectiva discapacidad”. La Corporación para Ciegos de Chile, que nació como Centro de Grabación para Ciegos en la década de los 80, es pionera en este país en la grabación de libros para personas con graves problemas de visión.
La entidad, sin fines de lucro y que posee una colección superior a los tres mil 500 títulos en formato digital, le permitió a las personas con discapacidad visual dejar atrás los incómodos libros en Braille y acceder a nuevas sensaciones mediante las grabaciones de las obras. La corporación logró con el paso de los años reunir a un grupo de voluntarios que graba libros en sus propias instalaciones, aunque un 20 por ciento de la colección se encuentra grabada con voces generadas en un computador.
Con el objetivo de ampliar sus usuarios, la red Bibliometro, del Metro de Santiago, firmó en 2015 un convenio con la Corporación para Ciegos e incorporó mil audiolibros a su colección, la que está a disposición en forma exclusiva de las personas con discapacidad en sus 21 locales. Entre los títulos que se entregan en forma gratuita se encuentran “Eva Luna”, de Isabel Allende; “Ángeles y Demonios”, de Dan Brown; “Rayuela”, de Julio Cortázar, y “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez, entre otros.
No Comments
Comments for Audiolibros en Chile, un mercado con mucho futuro are now closed.