El arte de saber vivir.- “No quiero que te vayas, no quiero que me dejes”, “mi vida no es la misma sin ti”, “no podré encontrar a alguien que me ame”,“aunque me haya hecho daño, no lo voy a dejar”. Como estas, hay muchas frases que marcan el fuerte apego emocional en una relación que en ocasiones no viene por buen camino. Así como lo mencionamos en el artículo anterior: “Es posible amar sin sufrir, el arte de amar sin apego”, no existe una máquina o una fórmula específica que nos ayude a borrar el dolor que nos causó esa persona. Pero como también se mencionó, el cielo se despeja para aquellas personas que ven su cielo nublado: gracias a una serie de herramientas lograrás vencer esa dependencia emocional que no te deja ser feliz.
1. Vulnerabilidad al daño: la necesidad de alguien que me cuide
Estas personas sienten la necesidad de estar con alguien mucho más fuertes emocionalmente hablando, alguien que les brinde seguridad y protección ante una realidad que perciben como amenazante. Este tipo de apego, según Walter Riso, se asocia a la infancia y a la creencia de que se habita en un mundo hostil, generando en su gran mayoría, un sentimiento de sobreprotección que arrastran hasta la adultez. El viso más significativo de este tipo de apego es el de sentirse indefenso y solitario ante el entorno.
2. Miedo al abandono: no importa si es mala persona, sé que nunca me abandonará
Este miedo está infundado a causa de rupturas amorosas, despechos, infidelidades y rechazos que no han sido manejados de la mejor forma. La principal premisa de este tipo de apego es la de impedir otro fracaso emocional, es decir, se sacrifica la paz y el bienestar personal con tal de no repetir el dolor que deja el desamor. Hay casos en los que se dice: “ Prefiero un mal matrimonio a una buena separación” o “No importa lo que haga, me da la garantía de que siempre estará conmigo”. El fin es buscar una estabilidad emocional que ayude a camuflar el temor al abandono y el miedo al rechazo.
3. Apego a las demostraciones de afecto por la baja autoestima
¿Por qué medir el amor en la velocidad de respuesta de sus mensajes?, ¿en la cantidad de fotos que se toma contigo?, ¿en las palabras lindas que te dice?, ¿esas demostraciones determinan cuán queridos somos? Toda esta parsimonia es agotadora tanto para el receptor como para el emisor, pues demuestra que se tiene una autoestima baja.
Como dice Walter Riso en su conferencia “Es posible amar sin sufrir, el arte de amar sin apegos”: “El amor se refracta siempre en lo que somos”, y cuando una persona no se quiere a sí misma proyecta la imagen de que nadie podrá quererla. De igual forma, aquellas personas que no se sienten muy atractivas ante los demás suelen ceder a la primera insinuación de afecto, afirmando de manera sumisa: “gracias por tu mal gusto”.
4. ¿Qué pienso de mí?: los problemas de autoconcepto y el apego a la admiración
A diferencia del punto anterior, aquí ya no se mide la carencia de amor, sino de reconocimiento y adulación. Cuando se recibe una muestra de reconocimiento y admiración, el apego no demora en notarse. La adulación es una de las protagonistas causantes de la infidelidad, pero no tan evidente como el deseo sexual o la atracción física, pues la conexión que se crea entre el admirador y el admirado suele ser muy fuerte y profunda. Exaltar el ego de una persona con bajo autoestima y que además ha sido descuidada por su pareja, resulta ser el mejor de los estímulantes.
Se han visto casos en los que una persona no ofrece nada positivo a su pareja, pero siente una profunda admiración y siente que es honrado de tenerla a su lado; para la otra persona esto es suficiente y lo demás no importa.
5. Querer una buena relación también genera apego
Para la psicología, la cultura y la estructura social-religiosa tradicional está bien visto que ciertas formas de dependencia sean normales, pues pueden ayudar a la convivencia dentro de la relación en pareja. El doctor Walter, ahonda un poco más este tema en su conferencia “Es posible amar sin sufrir, el arte de amor sin apegos”, hablando un poco más del apego sexual, apego a los mimos, apego al compañerismo y el apego a la paz que trae la tranquilidad.
Luego de leer esta lista, puedes determinar si estás dentro de algún tipo de apego. Junto a las herramientas que te puede brindar Walter en su conferencia, tendrás el poder de cambiar todo lo malo de tu relación y hacer parte de “El arte de amar sin apego”.
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